sábado, 27 de diciembre de 2014

Izquierda y derecha I

Escribo esta entrada a raíz de la columna Progreso de Josep Ramoneda en la que el párrafo clave me ha parecido éste:

¿Qué es el progreso? El primer ministro francés nos dice que su prioridad es el crecimiento y el empleo. No basta con el crecimiento, todo depende de qué se hace con él; no basta con el empleo si este no garantiza una vida digna. El progreso, si la izquierda aspira a significar alguna cosa, debe medirse en función de la libertad y de la igualdad.

Posteriormente he analizado con mayor rigor esta dicotomía en La regresión ideológica.


 ¿Qué es el progreso? ¿Cómo medimos que una sociedad ha progresado más que otra, que está más avanzada? ¿La izquierda debe perseguir el progreso y solo el progreso? ¿La derecha es necesariamente inmovilista? Echemos un vistazo al diccionario de la RAE:

izquierda: conjunto de personas que profesan ideas reformistas o, en general, no conservadoras.

derecha: conjunto de personas que profesan ideas conservadoras.

progreso:

  1. Acción de ir hacia adelante.
  2. Avance, adelanto, perfeccionamiento.
reformismo: cada una de las tendencias o doctrinas que procuran el cambio y las mejoras graduables de una situación política, social o religiosa.

Resumiendo: la izquierda la forman las personas que desean un cambio a mejor, es decir, que se progrese, y la derecha, las que desean que las cosas no cambien. Por tanto, ser de izquierdas y ser progresista es lo mismo. Ser de derechas y ser conservador, también. Y ser de centro es imposible: o quieres que las cosas cambien o deseas que no cambien, pero no a la vez (ya no pienso así; en la nueva entrada sobre este tema explico por qué).

(inciso: considero tan legítimo ser de izquierdas como ser de derechas. Es plenamente humano querer que las cosas cambien, y también lo contrario, ya porque se piense que así están bien, ya porque se tema que, al intentar mejorarlas, lo que consiga es empeorarlas: "más vale malo conocido que bueno por conocer". Pero lo que importa es ser honrado. Obviamente este es un blog de izquierdas, que busca cambios a mejor en una serie de ámbitos, escrito por una persona de izquierdas.

Ser de izquierdas tampoco significa necesariamente que se vote a partidos que se digan de izquierdas: puede no tenerse confianza en que esos partidos traigan cambios a mejor.)

Queda pues contestada una pregunta: la izquierda debe perseguir el progreso, o no es izquierda. Pero resta la importante: ¿qué es el progreso? Ahí es donde discrepo de Ramoneda: el progreso de una sociedad no debe medirse solo en términos de libertad e igualdad. Para la igualdad tenemos el coeficiente de Gini: 0: perfecta igualdad: todos tienen los mismos ingresos. 1: completa desigualdad: una persona tiene todos los ingresos y las demás, ninguno. Supongamos una sociedad de pequeños propietarios agrícolas: todos tienen ingresos parecidos, pero no disponen de maquinaria y su escasa capacidad para tratar enfermedades hace que vivan de media 50 años. Contrapongámosla a una sociedad industrial: hay ricos y pobres, pero la sanidad pública universal ha puesto la esperanza de vida en 82 años. ¿Cuál de las dos ha progresado más? ¿En cuál preferiríamos vivir?

¿Y la libertad? Una vez alcanzada la democracia (y no digo "una democracia real" ni "una auténtica democracia", porque no admite apellidos) ¿se puede avanzar más? Dicho de otro modo: ¿un partido de izquierdas en una democracia occidental puede captar el apoyo de los votantes prometiéndoles mayor libertad? Yo creo que no, que esas personas que desean cambios a mejor, y estarían dispuestas a votar a quien los proponga, los desean en otros aspectos.

Para mí, el progreso supone la reducción del sufrimiento humano, en todos los aspectos: sanitario, económico y psicológico. Estos serían, por tanto, los indicadores de progreso que los partidos de izquierdas deberían recoger en sus programas, para mejorarlos:

- Indicadores directos (a mayor valor del indicador, mayor progreso):

  • Esperanza de vida al nacer (años)
  • Años de vida sin enfermedades incapacitantes (por ejemplo, alzheimer)
  • Renta per cápita
  • Porcentaje de hogares con electricidad
  • Porcentaje de hogares con agua corriente y saneamiento
  • Porcentaje de personas que ha leído un libro en el último año
  • Porcentaje de hogares con acceso a Internet
  • Ratio (población activa) / (población en edad de trabajar): este indicador mide la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo. En países como Noruega es muy alto, pero bajo en otros como Japón, donde el porcentaje de mujeres que trabajan fuera de casa es reducido.
  • Porcentaje del PIB que se destina a ayuda al desarrollo
  • Porcentaje del PIB que se destina a I + D
  • Participación media en elecciones nacionales
- Indicadores inversos (a menor valor del indicador, mayor progreso):
  • Mortalidad infantil
  • Porcentaje de desempleo
  • Porcentaje de población en situación de pobreza extrema (ingresa menos del 40% del ingreso medio)
  • Fraude fiscal (porcentaje del PIB que supone la economía sumergida o informal)
  • Porcentaje de alumnos que abandonan, por no poder pagarse los estudios, una enseñanza en la que hay demanda de profesionales formados
  • Posición del país en el índice de corrupción de Transparencia Internacional (los primeros países apenas tienen corrupción, mientras que los últimos están completamente podridos)
  • Balance de emisiones de CO2 por habitante (toneladas emitidas menos toneladas absorbidas)
  • Accidentes de tráfico por mil habitantes
  • Muertes violentas por mil habitantes
  • Suicidios por mil habitantes
  • Fracaso en la enseñanza primaria, secundaria, profesional y universitaria (porcentajes de alumnos que abandonan cada tramo de enseñanza sin obtener un grado)
  • Embarazos no deseados (ojo: no es lo mismo que abortos, ya que se puede seguir adelante con un embarazo no deseado, y al revés, decidir abortar si, en un embarazo deseado, sobrevienen malformaciones)
- Otros indicadores, que a mi entender no muestran el progreso de una sociedad:
  • Número de hijos por mujer
  • Edad de jubilación
  • Porcentaje del ingreso que se destina al ahorro
  • Inflación
  • Presión fiscal
  • Alfabetización (es de importancia relativa, porque hay mucha gente que, en teoría, sabe leer y escribir, pero en la práctica no lee nada)
  • Porcentaje de personas que han terminado una carrera universitaria


viernes, 28 de noviembre de 2014

Parar el cambio climático

En español, "cambio climático" se usa para referirse al aumento de las temperaturas que está experimentando la Tierra desde 1900 por el incremento de dióxido de carbono (CO2) debido a la actividad humana, y que según las pruebas científicas, continuará a lo largo del siglo XXI, especialmente si no se hace nada para pararlo.

En inglés, la Wikipedia, muy acertadamente, diferencia entre "climate change", para describir los cambios a lo largo de la historia del planeta (muchos y drásticos) y "global warming"  (calentamiento mundial) para referirse al fenómeno actual, que es el tema de esta entrada.

Desde 1900 la temperatura del planeta se ha elevado 0,8 ºC. A finales del S. XXI, crecerá de 0,3 a 4,8 ºC suplementarios. Los polos se podrían fundir, muchas naciones insulares desaparecerían bajo el mar, extensas zonas continentales quedarían inundadas, regiones fértiles se volverían áridas y centenares de millones de personas devendrían refugiados climáticos.

ESTO HAY QUE PARARLO COMO SEA



Frente al cambio climático existen dos estrategias, no excluyentes: la mitigación (reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera) y la adaptación (cambiar el modo de vivir de las poblaciones afectadas). Creo que se debe poner todo el énfasis en la mitigación. Asignar recursos a la adaptación no hace más que agravar el problema, porque el dióxido de carbono sigue acumulándose en la atmósfera y sus efectos, aumentando. La única manera es detener la acumulación y empezar a reducirlo, lo que llevará décadas.

A este respecto, continúan siendo válidas las soluciones que planteé en Para evitar el colapso general:

  • Consumir energía solo de fuentes renovables y desarrollar el reciclado al máximo de modo que el consumo de recursos no renovables (minerales) sea el mínimo imprescindible. Por ejemplo, un teléfono móvil es reciclable al 90 %. Todo lo que consumimos, desde una bombilla hasta un avión, puede diseñarse para superar esa cifra.
  • Depurar estrictamente todas las aguas residuales y convertir la materia fecal en metano. Fermentar los residuos sólidos urbanos con el mismo propósito y utilizar el gas para quemar lo restante, filtrando los gases de combustión. Desarrollar productos y métodos de fabricación que permitan el reaprovechamiento total.

Y también las que propuse en Racionalidad energética

  • Es necesario que las redes eléctricas tengan en todas sus ramas capacidad suficiente para absorber y distribuir la producción de los parques eólicos existentes y otras centrales de energías renovables de la zona.
  •  Es necesario que haya suficientes presas reversibles (turbinan, bajando agua de un embalse alto a uno bajo, produciendo energía, cuando hay demanda, y bombean, subiendo el agua, cuando hay exceso de producción, por ejemplo por la noche, para almacenar energía con un rendimiento de hasta el 80%).
  •  Es necesario un equilibrio entre las plantas fotovoltaicas (sólo producen cuando luce el sol) y termosolares (producen por el calor acumulado en sus fluidos de intercambio térmico, y por tanto pueden producir de noche o con el cielo nublado).
  •  Es necesario investigar el almacenamiento de energía eléctrica en forma de aire comprimido (y esto no son castillos en el aire; se trata de un vector energético probadísimo, con más de cien años de antigüedad y una tecnología barata, segura y eficiente).
  •  Es necesario promover la sustitución de sistemas de calefacción de grandes edificios (oficinas, hospitales...) por sistemas de microcogeneración a gas natural que,con el combustible que antes producía solo calor, aparte de producir calor, generan electricidad a coste cero.
  •  Es necesario fomentar la producción de biogás (metano) a partir de las aguas residuales urbanas.
  •  Es necesario sustituir la producción de electricidad a partir de carbón y petróleo por la producción a partir de biomasa, que se obtendría de una limpieza regular de los bosques y que además serían así menos vulnerables a los incendios.
  •  Es necesario promover, en zonas calurosas, la implantación en las azoteas de edificios públicos de sistemas para producir frío a partir de los rayos solares.
  • Es necesario poner en marcha parques eólicos marinos y seguir investigando la producción de electricidad a partir de las olas y de las corrientes hasta llegar a generadores comercialmente viables.

Además de todo esto, con el objetivo particular de parar el cambio climático, también se debería:

  • Obligar a que en el plazo de 10 o 15 años todos los edificios habitados no históricos de todo el mundo tengan calificación energética A.
  • Cubrir de plantas propias de la zona, y de modo sostenible con las condiciones climáticas (a las que se puede sumar alguna ayuda técnica inerte, como http://en.wikipedia.org/wiki/Groasis_Waterboxx), todas las extensiones de tierra no ocupadas por la agricultura (desiertos incluidos; solo quedarían desnudas las altas montañas). Cuanta mayor envergadura tengan las plantas, mejor, pues más carbono fijarán. Por ejemplo, si una zona admite, por un lado, arbustos, y por otro, pinos, dar preferencia a los pinos (pero tampoco plantar exclusivamente pinos de modo que el bosque resultante sea sumamente vulnerable a una plaga o a un incendio). Ser cuidadosos con las zonas polares: allí puede ser conveniente no replantar áreas baldías para que, al cubrirlas la nieve, reflejen la luz solar al espacio. Esos casos habrá que estudiarlos uno por uno.
  • Esto incluye cubrir de plantas las azoteas de los edificios (si lo permite la solidez de sus vigas y si, por las condiciones climáticas de poco sol, se consigue así una mejora respecto a la instalación de placas solares) y todos los espacios urbanos donde sea posible. Por ejemplo, esto supondría acabar con las plazas duras.
  • En la reforestación, dar prioridad a las especies de la zona que tengan algún aprovechamiento comercial (resina, madera, frutos, biomasa...), para asegurar su mantenimiento, y fomentar, a través de impuestos o regulación, la sustitución, en los casos posibles, de materiales cuya fabricación libera gases de efecto invernadero por materiales producidos en los nuevos bosques (por ejemplo, sustituir plástico por madera).
  • Combatir la deforestación que está teniendo lugar actualmente en algunas partes del mundo (Brasil, Indonesia). Dar créditos blandos para cambiar el modelo de desarrollo con deforestación a otro con aprovechamiento y aumento de la capa forestal. Aplicar sanciones comerciales a los países que aun así continúen deforestando.
  • Capturar el dióxido de carbono emitido por las actuales centrales térmicas de carbón o gas e inyectarlo en el subsuelo no es, de momento, una solución general: se quita del 80 al 90 % del dióxido de carbono, pero las necesidades de combustible se incrementan de un 25 a un 40 %. También se debe seguir investigando y, eso sí, a las centrales que estén cerca de formaciones geológicas donde se pueda inyectar, y en las que, por su tecnología, sea eficiente el método (digamos más del 85% del CO2 no emitido a la atmósfera y menos del 30% de combustible suplementario), se las debe obligar a aplicarlo, compensándolas económicamente por el sobrecoste.
  • Prohibir para 2030 la fabricación de vehículos terrestres con motores de combustión. A partir de ese año solo se podrán fabricar vehículos eléctricos. Se incentivará la baja y achatarrado de los vehículos terrestres de combustión interna de modo que en 2050 hayan desaparecido de las calles de todo el mundo (desarrollado y subdesarrollado) y solo subsistan en los museos.
  • Poner en marcha un plan mundial de sustitución de TODA la generación eléctrica no renovable (centrales nucleares, de carbón, de fuel y de gas natural) por renovable (hidroeléctrica, eólica, termosolar, fotovoltaica y geotérmica). Desde ya no se debe empezar a construir ninguna central no renovable y deben eliminarse de todas las planificaciones. Las centrales no renovables que se encuentren en funcionamiento deberán cerrarse y desmantelarse (cuidando de reciclar sus elementos tanto como sea posible) al final de su vida útil, sin prolongar esta en ningún caso.
  • En la nueva planificación se tendrá en cuenta el aumento del consumo que supondrán los vehículos eléctricos, pero a la vez se emplearán como almacenamiento distribuido de energía. La potencia de base será hidroeléctrica y se instalarán centrales reversibles (o se modificarán las existentes para hacerlas reversibles) donde sea posible. 
  • Las redes mundiales de electricidad estarán tan interconectadas como sea económicamente viable, de modo que, en un determinado momento, una sequía en Europa pueda compensarse con el sol del Sahara, mientras que en un episodio de polvo africano (que disminuye la producción fotovoltaica), los embalses de Escandinavia puedan ayudar a Oriente Medio.
  • A partir de 2030 solo se podrán fabricar aeronaves de hidrógeno o eléctricas a baterías, y a partir de 2050 se prohibirá volar a cualesquiera otras. Esto quiere decir que hay que empezar ya la investigación en todos los ámbitos necesarios para llevar a cabo este cambio tecnológico. Será mayor que el cambio del avión de hélice al reactor.
  • Lo mismo con los barcos: a partir de 2030 solo se podrán fabricar buques propulsados por  hidrógeno, eléctricos a baterías, solares o impulsados por el viento, y a partir de 2050 se prohibirá navegar a cualesquiera otros.
  • Se restringirá el uso del cemento para la edificación residencial a lo estrictamente necesario, favoreciendo, en cambio, la construcción con productos forestales.
  • A partir de 2030 se prohibirá la instalación de calderas de calefacción de carbón, gasóleo, fuelóleo o gas natural. Para 2050 cualquier sistema de calefacción que emita gases de efecto invernadero se deberá haber sustituido por bombas de calor, geotermia o biomasa.
No soy favorable a ninguna de las propuestas de geoingeniería que se están estudiando (por ejemplo, sembrar el mar con polvo de hierro para favorecer el crecimiento de plancton, que fije carbono de la atmósfera). Por el momento, ninguna de ellas ha demostrado ser eficaz y carecer de peligrosos efectos secundarios. Pero por supuesto estoy a favor de que se siga investigando, y que incluso se haga alguna prueba de campo, siempre a escala limitada y midiendo extremadamente bien beneficios y perjuicios.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Los cursos de formación

Los cursos de formación a desempleados, y de reciclaje profesional, son en España, desgraciadamente, pasto de ladrones. Tres de cada cuatro cursos que revisó el Tribunal de Cuentas en noviembre de 2014 presentaban irregularidades: como botón de muestra, hubo un alumno superaplicado que se apuntó A CIENTO UN CURSOS.

En Andalucía el escándalo de los ERE se mezcla con el de cursos de formación . Este último podría ascender a 950 millones de euros (el importe de las subvenciones entre 2008 y 2011 no justificadas debido al sistema de exoneraciones). Hay abiertas investigaciones en siete de las ocho provincias de la comunidad.
En Madrid, el caso Aneri   asciende a diecisiete millones de euros malversados.



Jordi Évole dedicó un programa entero a esta plaga, y además de los habituales alumnos inexistentes y firmas falsas, denunció que empresas de formación secuestran a la fuerza parte del sueldo de los profesores, acompañándolos al banco a cobrar el cheque, y quedándose con una cantidad. Si no lo aceptan, no los vuelven a contratar. Esto es chantaje mafioso en estado puro. Absolutamente intolerable.

El Gobierno de Susana Díaz va a cambiar el sistema de adjudicación para que absolutamente todas las convocatorias se hagan por concurso público, y sin exoneraciones. Se fijará también el tope de dinero que una misma entidad puede recibir para que se repartan los cursos entre más adjudicatarios.

En todo el caso, tan malo es que se robe el dinero y no se imparta el curso como que se imparta un curso que no le sirva al desempleado para encontrar trabajo. Un problema menor sería que se imparta a diez parados un curso que efectivamente les facilite salir de esa situación, pero que se cobre al Estado como si se hubiera impartido a quince, por ejemplo falsificando firmas de asistentes.

Hay que acabar con este saqueo de una santa vez. Todo robo del dinero público es inadmisible, pero cuando contribuye a agravar el principal problema del país, lo es doblemente. Para ello es necesario tomar medidas que, primordialmente, aseguren que el curso le va a servir realmente al desempleado (o va a servir efectivamente para el reciclaje profesional del trabajador). Secundariamente, medidas que garanticen que el curso se imparte y se cobra al Estado por el número auténtico de alumnos que lo han recibido. Y en un tercer escalón, medidas para impedir que los profesores sean extorsionados.

Grupo 1

- Solo se podrán impartir cursos que hayan pedido efectivamente los posibles alumnos, o en los que las empresas que podrían contratar trabajadores estén interesadas. Es decir, las Administraciones no podrán tener un catálogo de cursos inútiles, como corte y confección o mecanografía, ofrecerlos, y decir que gastan en formación. Basta de paripés. Serán los alumnos los que, a través de una página específica de Internet, y verificando su identidad, podrán pedir periódicamente un curso en el que estén interesados. Por ejemplo, una secretaria en paro pide un curso de programación de aplicaciones para smartphone. Un tornero que está trabajando solicita un curso de CNC (Computer Numerical Control). Un desempleado tendría derecho a solicitar un curso cada, digamos, dos meses, y un empleado, cada seis. El catálogo de la página sería totalmente abierto, es decir, estaría organizado por temas generales (informática, mecánica, electricidad, albañilería...) pero dentro de cada rama específica, si el curso que interesa al alumno no existe, la página le permite añadirlo al catálogo, y además, que otros que vengan después de él también lo pidan. Para las empresas, igual, solo que en lugar de DNI electrónico se identificarían con el certificado electrónico de la empresa. Obviamente, los alumnos podrían ver cuáles son los cursos más solicitados por las empresas. Las empresas que ejercieran actividades de formación no podrían solicitar cursos (para evitar que solicitaran aquellos que ya imparten, que son muy cucas).

- Cuando se alcance un determinado número de solicitudes para un curso, la Administración estará obligada a impartirlo, especialmente si el número de empresas solicitantes es elevado y hay un número suficiente de alumnos que lo han pedido. No podrá alegar que no hay profesores, material o locales. Que los busque.

- Si un posible alumno solicitó un curso que se va a celebrar, pero en otra localidad, tiene derecho a beca. Se le adelanta primero la mitad del dinero. Cuando termine el curso, debe pasar un examen sobre los conocimientos impartidos. Si lo aprueba, se le da la otra mitad. Si lo suspende, debe devolver lo que se le adelantó.


Grupo 2

- Todos los cursos serán presenciales. Es absolutamente lamentable que la trapacería hispánica obligue a ir contra los tiempos. ¡Con lo baratos y eficientes que serían cursos telemáticos! Pero conociéndonos, no queda otra. Informáticamente es demasiado fácil falsificar asistencias y seguimiento de cursos telemáticos.

- Los cursos solamente los impartirán empresas contratadas por la Administración (los organismos estatales o autonómicos de empleo) a través de concursos públicos y transparentes. No los podrán impartir, ni contratar, sindicatos ni asociaciones empresariales. Dejarán de recibir fondos para este fin. Demasiadas veces han hecho mal uso del dinero público. La Administración se corromperá, por supuesto, pero si todos están en la pomada, será mucho más difícil que se denuncie y combata la corrupción . Ejemplos: las tarjetas de Cajamadrid y el asesinato en el Orient Express: como todos eran cómplices, nadie decía palabra.

- Antes de empezar cada jornada del curso, el profesor pasa lista de un modo muy riguroso: los alumnos, de pie junto a él, van diciendo su nombre. El profesor comprueba que está en la lista, y en ese caso, el alumno le entrega su DNI. El profesor comprueba que es auténtico y corresponde al nombre. Entonces el alumno firma en su cuadro de la lista, bajo la mirada del profesor, y el profesor introduce el DNI por la ranura de una caja cerrada con llave, que solo él tiene y de la que es responsable. Solo lo entregará cuando termine la jornada del curso (en ningún otro caso, ni para desayunar, ni para almorzar, ni aunque el alumno tenga que irse urgentemente al hospital).

- Habrá inspectores de formación. Cada día inspeccionarán al menos cuatro cursos, seleccionados al azar por un programa informático entre los que se estén impartiendo ese día en la localidad (o en la provincia). Avisar a la empresa que imparte los cursos de que se la va a inspeccionar será delito grave de revelación de secretos. El inspector llevará una cámara de vídeo portátil que, al entrar en la empresa, pondrá a grabar, y solo parará cuando salga. El profesor entrará en el local donde se imparta el curso, pedirá al profesor que abra la caja y comprobará los carnés con los alumnos que estén efectivamente presentes. Cualquier irregularidad que advierta será causa de la suspensión automática y definitiva del curso, que no se pague a la empresa y las responsabilidades penales a que hubiera lugar. Cuando el inspector vuelva a las oficinas de la Administración, volcará las grabaciones en el sistema informático. Sus superiores tendrán la obligación de revisar al menos una de ellas cada dos días.

- No se podrán presentar a concursos empresas en las que los inspectores hayan detectado irregularidades, ni tampoco empresas que tengan administradores, consejeros o apoderados que lo fueron anteriormente de empresas tramposas.


Grupo 3

- La empresa adjudicataria de los cursos pagará siempre a los profesores mediante ingreso en la cuenta del profesor (no en efectivo ni por cheque).

- La empresa comunicará a la Administración los datos de los profesores que haya seleccionado para impartir el curso.

- La Administración advertirá expresamente a los profesores por carta que, si la empresa les exige parte de su salario para contratarlos, deben comunicar a la Administración esa práctica. En ese caso la Administración denunciará a la empresa ante los tribunales por chantaje y delito contra los derechos de los trabajadores, suspenderá inmediatamente el curso y su pago, y excluirá a la empresa de posteriores concursos.

martes, 11 de noviembre de 2014

Los separatismos



La votación del 9-N se ha realizado en Cataluña, a pesar de la prohibición del Tribunal Constitucional. Ahora hay que responder.

El Gobierno del PP ha iniciado los trámites para llevar ante la justicia los posibles delitos cometidos.

La oposición del PSOE insiste en su plan de una reforma federal de la Constitución.




Otras voces reclaman que el Gobierno negocie con los separatistas, que declaran que lo único que están dispuestos a negociar es un referéndum legalmente válido.


Estudiemos las opciones:

A. Combatir el separatismo con la ley. Procesar a Artur Mas y a sus consejeros por desobediencia y malversación. Caso de ser declarados culpables, destituirlos e inhabilitarlos. Tener en cuenta la posibilidad de suspender la autonomía de Cataluña. Es una vía dura, de conflicto permanente. La tensión no desaparecerá, e incluso puede aumentar, pero los resultados son previsibles: Cataluña se mantendrá unida a España, dentro de la Unión Europea y del Euro, y España mantendrá su integridad, y podrá por ello hacer frente a sus compromisos internacionales. Recordemos que tiene una deuda pública de un billón de euros y deuda privada por un importe superior, y que de momento, en noviembre de 2014, puede pagarla con relativa comodidad, pues el riesgo país se percibe como bajo.

B. Emprender una reforma federal de la Constitución: a diferencia del primer camino, este se encuentra jalonado de incertidumbres. Primera: ¿aceptará el PP tal reforma? Seguramente, no. ¿Es por tanto políticamente productivo que el PSOE haga tal movimiento, sabiendo que será bloqueado enseguida? Segunda: caso de que se llegue a una reforma federal de la Constitución ¿todos los españoles la aprobarían mayoritariamente en referéndum? ¿Y los catalanes? ¿Y los vascos? ¿Qué pasa si en esas autonomías se rechaza? ¿No se convertiría este intento de mantenerlos dentro en una justificación para su salida? ¿Y qué harían los mercados ante cada convocatoria? Corremos el riesgo cierto de caminar hacia una situación bastante peor que la actual.

C. Negociar con los separatistas. ¿Qué se negocia? Dicen que solo negociarán un referéndum válido. De boquilla, como todas sus proclamas, pero no es que así creen un clima demasiado favorable. ¿Entonces? ¿Un concierto económico para Cataluña similar al vasco y al navarro? Qué bien, qué productivo es el chantaje. ¿Y así se quedarán tranquilos? Evidentemente, no. Con lo bien que les ha ido la estrategia de la reclamación constante ¿para qué van a abandonarla? Recordemos que la situación actual supone una ruptura del pacto constitucional: se cedió más poder que nunca a las Comunidades Autónomas con el fin de aplacar las reivindicaciones de los entonces nacionalismos. Hoy no solo no se han aplacado, sino que se han convertido en separatismos que no tienen ningún empacho en incumplir la propia ley que los sostiene.


Teniendo esto en cuenta, veo preferible la confrontación. Y bien que lo siento, porque este es un blog de soluciones. Pero hay problemas políticos que, mientras las partes mantengan sus posturas, no tienen solución, aunque sí un tratamiento óptimo.

Por tanto, no en defensa de la unidad de España, que como concepto abstracto me la trae al pairo, sino en defensa de los concretos intereses legítimos de la mayoría de los españoles (incluidos los catalanes, aunque no quieran aceptarlo), creo que deben tomarse las siguientes medidas.

1. Advertir a la Generalitat que no se negociará nada bilateralmente con ella y que se tomarán todas las medidas oportunas para asegurar el cumplimiento de la legislación vigente.

2. Suprimir la posibilidad de que el Estado o las Comunidades Autónomas controlen medios de comunicación (televisiones, radios, periódicos...), ya que son utilizados para manipular la opinión pública.

3. Abrir un proceso negociador con todas las Comunidades Autónomas, incluidas las de régimen foral, para un nuevo sistema de financiación justo y equitativo, basado en el número de habitantes (fiablemente actualizado cada año) y en los servicios que las autonomías prestan a esos habitantes. Las autonomías de régimen foral (que recaudan los impuestos) pagarán al Estado la diferencia entre lo que recauden y lo que deban recibir por el nuevo sistema (fin de los cupos vasco y navarro), mientras que las restantes autonomías recibirán el dinero directamente del Estado.

4. Publicar anualmente las balanzas fiscales (con el método carga-beneficio) y toda la información de ingresos fiscales (IVA, IRPF, especiales, tramos de contribuyentes por autonomía, etc.), con un retraso máximo de dos años (es decir, la información correspondiente al ejercicio 2012 se tendría que publicar, como muy tarde, en 2014).

5. Que el PSOE rompa de una vez con el PSC y cree en Cataluña una rama constitucionalista.

jueves, 6 de noviembre de 2014

La renta básica

Wikipedia: la renta básica universal o ingreso ciudadano se define como un ingreso pagado incondicionalmente por el Estado a cada ciudadano, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tener en cuenta si es rico o pobre, independientemente de cuáles puedan sus otras posibles fuentes de renta, sin importar con quién conviva, y que cubra, al menos, las necesidades vitales.


El concepto está claro: significa que a la cuenta de cada ciudadano llegan cada mes, digamos quinientos euros, del Estado, ya sea presidente de un banco o esté tirado en la calle, ya sea un niño de tres años o una anciana de noventa. Y luego los gasta como quiere.

También está claro que, al menos en los países desarrollados, PUEDE implantarse. Por ejemplo, España cerró 2013 con una población de 46.507.760 personas. Multiplicando por 500 y por 12 meses salen 279.046.560.000, es decir, más de doscientos setenta y nueve mil millones de euros. El PIB español es de un billón de euros, y el fraude fiscal, del orden del 24%. Solo con la cantidad que se pierde en fraude fiscal (unos doscientos cuarenta mil millones) ya se podría pagar casi toda la renta básica.

Lo que no está tan claro es si DEBE implantarse. Los experimentos que se han hecho, parciales, limitados a poblaciones pequeñas (Manitoba, Canadá; Omitara, Namibia) y durante cortos espacios de tiempo, no muestran el aumento de inflación ni la desgana por trabajar de las que advierten los críticos. Aparecen efectos muy positivos, como la reducción de las adicciones, los robos, las enfermedades y el aumento de la asistencia a clase.

Sus partidarios afirman también que sería más barata que todo el actual sistema burocrático que otorga las ayudas sociales (en esto, a mí las cuentas no me salen: en los Presupuestos del Estado para 2015  el subsidio de desempleo se estima en 29.727 millones y los servicios sociales y promoción social en 1.849 millones. Total: la renta básica saldría DIEZ VECES MÁS CARA. Además, una renta básica no suprime la necesidad de muchos servicios sociales: porque los niños huérfanos o de padres que no pueden hacerse cargo reciban la renta básica, no van a desaparecer los orfanatos o casas de acogida. Porque todos los ancianos reciban la renta básica, no va a desaparecer la necesidad de residencias. Ya la hay, y eso que actualmente todos los mayores cobran pensión).

En general, se considera que la renta básica sustituiría al seguro de desempleo. Eso tendría el efecto de que, cuando una persona se quedara sin trabajo, cobraría al mes solo la cantidad establecida (quinientos euros por poner un ejemplo, pero en todo caso una cantidad baja, el mínimo imprescindible para satisfacer sus necesidades vitales) sin importar que hasta entonces hubiera estado ganando seiscientos euros o tres mil.

Es previsible que la mayor parte de este ingreso se destinara al consumo, y así el Estado recuperara al menos un quinto (a través del IVA) y probablemente, más, por el efecto impulsor que tendría en la economía.

Y lo que está todavía menos claro es si los ciudadanos QUERRÍAN que se implantara. Suiza, que por ingresos podría introducirla cómodamente, celebrará un referéndum  sobre la cuestión. Se estima que se rechazará. En el Reino Unido, que tiene un sistema de prestaciones sociales relativamente generoso, el descontento de los ciudadanos de cuyos impuestos salen, pero que no las reciben (porque son relativamente ricos) es muy fuerte.

Yo personalmente no estoy de acuerdo con la renta básica incondicional. Me parece que rompe el esquema derechos-deberes en el que se asienta una sociedad democrática: derecho a la libertad de expresión, pero deber de no injuriar; derecho a votar, pero deber de aceptar la opción elegida por la mayoría y de sufragar con impuestos las decisiones que tome; derecho a formar una familia, pero deber de mantener a los hijos; derecho a la renta básica... ¿sin ningún deber ligado? Me resulta por ello terriblemente disolvente: ¿cómo se va a exigir el esfuerzo de trabajar si de nacimiento se tiene el derecho a eludirlo?

Temo incluso que favorecería la marginación de muchas personas, que por su personalidad rechazan someterse a una disciplina: en el Reino Unido existen familias que han hecho de las ayudas sociales su único medio de vida y donde ningún miembro ha trabajado en tres generaciones. Sus vecindarios son un absoluto desastre de droga, delincuencia y descomposición.

Otra cosa completamente distinta, aunque algunos la confundan, es el ingreso mínimo garantizado  , también conocido como salario social o renta mínima de inserción, por el cual, si los ingresos de una persona o familia no alcanzan un mínimo, y no dispone de otras rentas ni posesiones, tiene derecho a recibir ayudas A CAMBIO de aceptar trabajos, formación u otras condiciones.

En España, cada Comunidad Autónoma tiene el suyo: ver este artículo de Eroski Consumer, a mi entender incorrectamente titulado como "Rentas básicas en España"; un título más adecuado sería "Salarios sociales en España"). Con el salario social condicionado estoy PLENAMENTE de acuerdo, y de hecho he recomendado esquemas de ese tipo en entradas sobre la pobreza energética, el derecho a la vivienda y los desahucios.  Porque creo firmemente que el ciudadano, a cambio del deber de contribuir a la sociedad con su esfuerzo, tiene el derecho, si se ve en determinadas dificultades, a ser ayudado por esa misma sociedad PARA SALIR DE ELLAS, no para perpetuarlas.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Crear casi tres millones de empleos

El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) en su documento La recuperación económica en España ganará fuerza en 2014-2015 propuso el lunes 3 de noviembre de 2014 una batería de medidas económicas encaminadas a reducir el paro en España desde el entorno actual del 24% al 10% en 2018.



La primera de ellas tiene que ver con cambios en elmarco institucional y el aumento del tamaño de las empresas. En concreto, proponen “eliminar las barreras legales (laborales, regulatorias y fiscales) que tienen las compañías a la hora de aumentar su volumen de negocio, así como facilitar las condiciones financieras para realizar fusiones y adquisiciones”. El objetivo del CEC con ello es duplicar las empresas de más de 250 trabajadores (que son apenas 3.800 de los tres millones de empresas que existen) y aumentar un 60% las medianas que emplean entre 50 y 250 asalariados (actualmente unas 24.000). Esto generaría, según sus cálculos, 400.000 nuevos empleos en los próximos cuatro años.

Para ello, el CEC pide que se duplique el presupuesto para políticas activas de empleo, se aumente el número de inspectores laborales, se incentive fiscalmente la transición hacia contratos formales, y se cambien las actitudes frente al fraude. Los empresarios sostienen que con estas propuestas se pueden aflorar 827.000 empleos sumergidos hasta 2018, lo que redundaría en una recaudación fiscal adicional cercana al 1% del PIB.

Según las pesquisas del CEC, 307.000 trabajadores cobran el desempleo aunque trabajan en negro y otros 275.000 empleos sumergidos corresponden a la inmigración ilegal. 

Serían necesarias (dice el CEC, yo no estoy de acuerdo) “al menos, medidas adicionales permanentes” que supondrían ajustes por valor de unos 30.000 millones de euros hasta 2018. Estos deberán “recaer en mayor medida en recortes en el gasto frente a un incremento de ingresos”. Así,destacan sus propuestas de ajustes de gastos en personal por 5.000 millones; fusión de ayuntamientos, que ahorraría otros 6.000 millones o medidas de reestructuración de todo el sector público que podrían significar hasta 17.500 millones menos de gasto.Para lograr la reducción de la deuda, a estos ajustes debería añadirse la necesidad de privatizar activos públicos por valor de unos 35.000 millones de euros.

Como he explicado en la entrada Las cifras objetivo, no comparto que España necesite una reducción del gasto público. Yo creo que necesita mantenerlo, y los recursos para tener superávit e ir reduciendo la deuda, sacarlos de una lucha más eficaz y decidida contra el fraude y la elusión. En ese aspecto sí que estoy plenamente de acuerdo con el CEC.

Tampoco es posible aplicar en España el "remedio" de aumentar los impuestos indirectos sin empeorar la enfermedad: la debilidad del consumo. Ya se vio con el aumento del IVA del 18 al 21% en septiembre de 2012.

Con el fin de obtener los otros 1,9 puntos de recorte del paro atribuibles a la mejora del conocimiento y la energía, proponen aumentar el actual 1,3% del PIB que se destina a I+D al 3%. Este aumento deberá provenir, almenos en sus dos terceras partes de la inversión privada (que actualmente es del 55%). Asimismo, apuestan por aumentar considerablemente la inversión de intangibles (información digitalizada; I+D y nuevos productos; marca etc.).

En cuanto a las inversiones energéticas, creen que se requerirá destinar 18.000 millones en cuatro años a eliminar de las tarifas los costes no relacionados con la producción y distribución de energía y repartir entre todos los sectores la carga fiscal del cumplimiento de los objetivos medioambientales, entre otras cosas. En cuanto a la mejora de la excelencia educativa, el CEC reclama una reforma que ligue las remuneraciones de los profesores a objetivos; y se cree, entre otras cosas, un “programa de vales/cheques” para escuelas tanto públicas como privadas, según el cual “competirían por los recursos que proveen las Administraciones públicas”.

Las cuentas del CEC:

  •  Aumentar el tamaño de las empresas y su productividad. 400.000 empleos.
  •  Apuesta por la internacionalización de las empresas. 700.000 empleos.
  •  Mejorar el nivel educativo con mayores recursos y cualificación especializada. 200.000 empleos.
  •  Acelerar la economía del conocimiento con el desarrollo digital y del I+D. 130.000 empleos.
  •  Una política energética sostenible. 100.000 empleos.
  •  Afloramiento del trabajo sumergido. 800.000 empleos.
  •  Crecimiento económico. En torno a 600.000 empleos.

TOTAL: DOS MILLONES NOVECIENTOS TREINTA MIL EMPLEOS

martes, 28 de octubre de 2014

Las cifras objetivo

Vivimos desbordados por las cifras económicas: tasa de paro, aumento del PIB, inflación, consumo de los hogares, tipos de interés... ¿Pero cuáles son realmente importantes? ¿Qué relación tienen? ¿Se pueden utilizar para conducir la economía a un estado beneficioso para la gran mayoría? ¿Puede establecerse razonadamente un orden de prioridades y una combinación óptima? Estoy convencido de que sí, y he llegado a las conclusiones siguientes.




1. La tasa de paro debe estar por debajo del 6%. Este es el primer objetivo económico. Todos los demás deben supeditarse a él de forma sostenible. Es decir, si la tasa de paro es del 9%, de nada vale aumentar monstruosamente un año el déficit para reducirla ese año al 5%, porque en años siguientes volverá a crecer. Lo importante de estas cifras objetivo no es que una magnitud se encuentre dentro o fuera de las franjas debidas, sino su tendencia (favorable) a mantenerse en esas franjas o entrar en ellas, o bien la desfavorable a alejarse de dichas franjas, o a salir de ellas. Como el velocímetro en el salpicadero de un coche.

2. La inflación debe encontrarse entre el 1% y el 3% anual. Menos puede suponer riesgo de deflación, que corroe la economía de mercado, porque retrasa las decisiones de posibles compradores, a la espera de precios más bajos. Y más, deteriora el valor de los activos y genera incertidumbre. Como herramientas para combatir una inflación que tiende a salirse por arriba de la franja debida debería utilizarse, primero, el aumento de los tipos de interés, y luego, si no se revela eficaz, el incremento de la imposición directa (para reducir la cantidad de dinero disponible por los consumidores) o la restricción directa del crédito (por ejemplo, obligando a que, en las compras a plazos, necesariamente el primero tuviera que abonarse en el momento de la compra, y que el número máximo de plazos pudiera ser fijado por el Gobierno. No es lo mismo comprarse un coche de 10.000 euros en 50 plazos que en 30. En el segundo caso, quedaría restringido el número de posibles compradores.)

3. En una situación de crecimiento en la franja debida (ver más adelante), que llamaré "situación normal" los salarios nominales deben aumentar, al menos, con la inflación, pero eso sí, de modo diferido y paulatino. La principal herramienta de la que dispone el Gobierno para este objetivo es el salario mínimo, que debe existir. En febrero de cada año, cuando se conozca la inflación de todo el año anterior, se decidirá sobre el aumento, de acuerdo con la situación de los demás indicadores. Puede hacerse de golpe (para que se empiece a aplicar en marzo), en dos veces (si, por ejemplo, el crecimiento es débil o la inflación elevada), en cuatro...

4. Las pensiones, en cambio, no deben indizarse con la inflación. Para su cálculo debe seguirse el sistema de pensiones inquebrable que propongo en otra entrada. En una situación normal, aumentarán como los salarios, pero en caso de crisis no comprometerán el resto de la economía.

5. El interés del dinero debe encontrarse entre el 1% y el 6%, y en situación normal, al menos medio punto por encima de la inflación. Aunque ahora mismo (octubre de 2014) en EE.UU., la UE y Japón se encuentra prácticamente en 0%, y la economía estadounidense va bien, mientras que las otras renquean, unos tipos tan bajos privan a los responsables económicos de una de las principales herramientas de control. Encuentro preferible que del manejo de esta cifra objetivo se encargue un organismo independiente, tal como explico en la entrada Los bancos centrales.

6. El gasto público debe situarse entre el 40% y el 45% del PIB. Es imposible gastar menos si seguridad, justicia, educación, sanidad y pensiones son públicas y de la calidad deseable, como defiendo en otra entrada. Y más (hay países, como Eslovenia, que casi llegan al 60%) suponen que el Estado excede su doble y debido papel de

  • controlador de la actividad económica general + 
  • realizador de las actividades en las que es claramente más eficiente 

para ocupar una porción demasiado amplia del espectro económico, con el riesgo que esto supone para la libertad, el desarrollo y el dinamismo.

Hago un inciso para reiterar mi absoluta convicción, derivada de los hechos, de que el mercado, dejado a sí mismo, se autodestruye. En cambio, el Estado puede sobrevivir sin el mercado, pero lleva situaciones altamente indeseables, cuyo paradigma es Corea del Norte. No soy hostil al Estado ni al mercado. Propugno su coexistencia pacífica y equilibrada, con el Estado vigilando al mercado y los ciudadanos vigilando con desconfianza a los dos y exigiéndoles democráticamente las demandas que juzguen razonables.

7. Los ingresos públicos (la presión fiscal) en situación normal deben situarse un punto por encima del gasto. Es decir, el Estado no ha de tener déficit, sino superávit. Evidentemente no promulgo recortar el gasto público en países donde se encuentra en la franja debida (España, por ejemplo, tenía el 43,8% en 2013), sino aumentar los ingresos (combatiendo sin tregua el fraude, la elusión y los paraísos fiscales). Es deseable acercar todo lo posible la imposición de las rentas del capital, del trabajo y de la actividad empresarial. También llegar a acuerdos internacionales de topes mínimos y máximos efectivos para cada renta. Las nóminas de los que cobran el salario mínimo (o menos) deben gravarse al 0%, y las que cobran un múltiplo de dicha cantidad (por ejemplo 10 veces, 15 veces), al tipo máximo, que en ningún caso será efectivamente superior al 49%. Tampoco a ningún contribuyente (persona física o jurídica), por rico que sea, se le podrá detraer mediante impuestos directos (estatales, municipales; los indirectos no se tienen en cuenta) más del 49% de su renta (escudo fiscal). Los ricos deben pagar más, de acuerdo, pero tipos efectivos del 60% o hasta del 80%, como existen, son un abuso y una injusticia, porque solo derivan de la incapacidad de los gobernantes para perseguir eficazmente a los evasores.

8. Los fondos resultantes de este superávit (creo que no hay una palabra para llamarlos; al contrario de lo acumulado tras sucesivos años de déficit, que se denomina "deuda") se destinarían a períodos en que el crecimiento estuviera por debajo del límite inferior debido, para estimular la economía con obras públicas, préstamos en condiciones favorables, formación de desempleados, transformación de sectores productivos obsoletos, etc. Estos fondos, por tanto, en situación normal, no se podrían invertir. Ni en deuda de otros países, ni en la bolsa, ni en prestar a interés, porque existiría el riesgo de que, cuando fueran necesarios, no estuvieran disponibles o (caso de la bolsa) hacerlos líquidos los mermara significativamente (en una situación de crisis la bolsa baja mucho, y vender importantes cantidades de acciones la hace bajar todavía más). Quedarían así "económicamente muertos". Pero es la única forma en que cumplan su función. Una economía (capitalista, obviamente) bien gestionada en un entorno favorable tiende a sobrecalentarse. No hay más remedio que estar enfriándola constantemente (sin pasarse, ojo). La forma más eficaz es detraerle "combustible" (dinero): restringiendo el crédito, dificultando las compras a plazos, aumentando las retenciones mensuales sobre los salarios, etc.

9. El crecimiento del PIB debe situarse entre el 2 y el 4% anual (aunque, como he dicho en otra entrada, es insostenible el crecimiento infinito en un planeta con recursos finitos, pero ese es el mapa de otro territorio). Más supone riesgo de descontrol de la economía (la economía china, que durante años ha crecido a ritmos superiores al 11%, se enfrenta ahora a riesgos de burbujas, desempleo, contaminación y descontento social). Menos, genera desempleo o no permite absorberlo.

10. Todas las cifras estadísticas (por ejemplo, el PIB es estadístico, porque deriva de la evaluación de la realidad, pero el salario mínimo, no, porque lo fija el Gobierno, y los tipos de interés, tampoco, porque los fija el banco central) deben calcularlas y proporcionarlas públicamente organismos independientes y sin funciones reguladoras, con metodologías transparentes e internacionalmente consensuadas. Buen ejemplo: el INE español. Mal ejemplo: su homólogo argentino y su historial de manipulación de la inflación. Trimestralmente (y esto es fundamental, porque en la economía actual la difusión de una decisión económica multiplica sus efectos) el Ministro de Economía debe dar una rueda de prensa (y luego admitir preguntas, por supuesto) sobre la situación de las cifras objetivo, sus previsiones y las medidas que se van a tomar. No debe haber más portavoces oficiales que expresen opiniones al respecto (para que las del Ministro al cargo tengan todo el peso posible).

domingo, 12 de octubre de 2014

Evitar que la tenaza se cierre

Actualmente Europa se encuentra casi cercada: Libia se encuentra en guerra civil; en Egipto, militares golpistas han tomado el poder y están cometiendo graves violaciones de derechos humanos; entre Israel y Palestina continúa el conflicto, aunque afortunadamente en octubre de 2014 las armas callan y se prepara la reconstrucción tras varios meses en que Israel ha tratado de aplastarla militarmente; Siria vive otra guerra civil, todavía peor, y un grupúsculo surgido allí, el Estado Islámico, se está apoderando de extensas zonas de Irak y cometiendo toda clase de atrocidades. Para rematar la faena, Rusia se ha apoderado de Crimea, parte del territorio de otro país, Ucrania, y actualmente tropas separatistas combaten en el Este contra fuerzas gubernamentales.






Por si esto fuera poco, en el corazón de Europa, Francia, el ultraderechista Frente Nacional podría tomar el poder, y en el Reino Unido, su homólogo, el UKIP, podría conseguir que en el venidero referéndum este país dejara la Unión Europea.

Todos estos fenómenos tienen un origen común: la desconfianza de los ciudadanos en que sus respectivos estados cumplan sus deberes de garantizarles seguridad física y estabilidad económica. En cada país, sin embargo, esa desconfianza se ha sembrado por caminos diferentes: en Libia, porque quienes derribaron a Gadafi no han conseguido formar un gobierno unitario; en Egipto, por el comportamiento sectario de los islamistas cuando llegaron al poder por las urnas y el represor de la junta militar cuando lo tomó por la fuerza; en Siria, por la brutal represión de al Assad y la posterior deriva islamista de los rebeldes; y así podríamos seguir.

Europa y EE.UU. deben hacer todo lo posible para que estas guerras se vayan calmando. La primera razón debería ser evitar más muerte y sufrimiento de los heridos y los desplazados. También existe el riesgo de que se desborde alguno de estos conflictos regionales. Pero además es que la economía mundial no puede funcionar ni medio bien con esta incertidumbre e inestabilidad. Los dirigentes políticos y sus diplomacias están desbordados. Cada conflicto tiene unas características propias, y estudiarlo suficientemente para tomar las decisiones adecuadas lleva mucho tiempo, del que apenas se dispone. Además, luego hay que acordar las medidas en los foros internacionales, y las soluciones se eternizan mientras los problemas se agravan.

Considero que el envío de tropas pacificadoras no es la solución. Eso, quizá cuando las partes en conflicto alcancen un acuerdo, para facilitar que se respete. Pero mientras, las potencias occidentales deben llevar a cabo, para cada país desgarrado, una política basada en un apoyo decidido a aquel grupo, o grupos, de los que luchan, que se comprometa (y evidentemente, demuestre cumplir) los siguientes principios:

  • Libertad de información (el término "libertad de prensa" ya está anticuado, pero el sentido es ese).
  • Elecciones libres.
  • Gobiernos inclusivos (que no gobiernen contra una parte sustancial de la población, mujeres incluidas, aunque esa parte sea minoritaria; en Irak la mayoría chií ha gobernado contra la minoría suní hasta que se ha rebelado).
  • Respeto a los derechos humanos (nada de detenciones arbitrarias, ejecuciones sumarias, hostigamiento a los opositores, torturas o intimidación).
  • Respeto a las lenguas y culturas minoritarias.
  • Aparato judicial independiente del poder político.
  • Abolición de las leyes que permitan la ejecución o el encarcelamiento por motivos políticos.
  • Transparencia.
  • Abandono de prácticas corruptas.

Este apoyo se basaría en:
  • Reconocer a los grupos comprometidos como únicos interlocutores válidos para ese país.
  • Inversiones para un funcionamiento mínimo de las zonas que controla (hospitales de campaña, plantas potabilizadores, generadores eléctricos, escuelas, etc.).
  • Compromisos firmes para la reconstrucción y el relanzamiento económico del país una vez alcanzada la paz.
  • Zonas de exclusión aérea.
  • Inteligencia y entrenamiento militar.
  • Estorbo constante a las actividades de los grupos no comprometidos (embargos comerciales de sus zonas, imposibilidad para sus empresas de operar en Occidente, congelación de los bienes de los dirigentes...).
Todo esto es terriblemente complicado y, además, muy caro. Pero la alternativa (dejar que los conflictos se extiendan y agudicen hasta que nos sumerjan) lo es todavía más. 

miércoles, 20 de agosto de 2014

Para que la pareja funcione

Redactando la entrada contra los asesinatos de mujeres tuve la sensación de que el maltrato es justo lo contrario de lo que hay que hacer para que la pareja funcione. "¿Y qué hay que hacer para que funcione?" pregunté, primero a mí y luego a Google. Esta es una compilación de las primeras respuestas. No pretendo descubrir nada nuevo, simplemente complementar la entrada anterior.





1. Comunicación: lo más básico. Cada miembro de la pareja debe contar francamente al otro sus objetivos, sus miedos, sus deseos, sus planes y sus gustos. Una buena comunicación requiere que ambos se esfuercen por manifestar sus pensamientos y sentimientos con, a la vez, sinceridad y delicadeza, por escuchar al otro con interés genuino y tratar de entenderlo.

2. Respeto: respetar al otro incluye desde lo más básico, no pegar, pasando por no insultar, no chillar, no hacer comentarios denigratorios, hasta no espiarle su teléfono móvil o su ordenador. Incluye también no exigir unilateralmente cambios en aspectos de su personalidad o su comportamiento. A la vez incluye que uno se abstenga de comportamientos objetivamente molestos para el otro. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja fuma y el otro no, exigirle al que fuma que lo deje es no respetarlo. Pero a su vez, el que fuma, para respetar al que no, debe evitar fumar en su presencia (saliendo a la terraza o haciéndolo solamente cuando pasea al perro). El respeto a la pareja incluye también respetar a sus familiares y amigos.

3. Sexo: la relación de pareja entre dos adultos debe incluir relaciones sexuales satisfactorias y frecuentes. El modo y la frecuencia deben acordarlas los dos componentes de la pareja, sin presionarse. Los diversos problemas que puedan coartar esta necesidad (falta de deseo, impotencia, penetración dolorosa, eyaculación precoz...) deben consultarse con el especialista correspondiente, e intentar resolverlos por los medios que sean necesarios.

4. Cariño: no hay que confundir el cariño con el sexo, ni pensar en lo primero como un pasaporte a lo segundo. Dice el tópico que las mujeres dan sexo para obtener cariño, mientras que los hombres dan cariño para obtener sexo, y en algunos casos es cierto. Pero no debe ser así: el cariño (abrazos, caricias, besos, palabras tiernas...) debe darse por el cariño y nada más. Ninguno debe pensar que tiene una finalidad ulterior.

5. Confianza: significa pensar que el otro hará aquello a lo que se ha comprometido. La confianza se debe tener de entrada, y solo perderse a partir de promesas incumplidas. Los celos sin que haya habido una infidelidad son destructivos. Pero tampoco favorece a la relación de pareja que uno recuerde a otro repetidamente un compromiso antes de que haya llegado el momento de materializarlo, como si temiera que lo fuera a incumplir.

6. Equilibrio: cada miembro debe pensar que lo que aporta a la pareja es análogo a lo que aporta el otro. No se trata solamente del dinero, sino de la crianza de los hijos, de las tareas domésticas, de las visitas a familiares, etc. No es equilibrado, por ejemplo, que Ana tenga que recibir en su casa a los amigos de su marido Juan, y él no permita que vengan las compañeras de ella.

7. Divertirse juntos y separados: es necesario que haya actividades que les gusten a los dos y que compartan (por ejemplo ir al cine, salir a cenar, montar en bicicleta) pero también que haya actividades que solo gusten a uno de los dos, y las practique en solitario. Por ejemplo, mientras Ana sale a correr, Juan se queda haciendo bricolaje.

8. Compatibilidad: los objetivos y comportamientos de los dos miembros deben ser compatibles a medio y largo plazo. Por ejemplo, si él quiere tener varios hijos y ella ninguno, está claro que hay un problema. Pero también si ella mantiene una profesión que exige viajar constantemente y a él le gusta la vida hogareña.

9. Negociación: los dos deben saber negociar objetivos y métodos, con sinceridad, con asertividad, dejando claro lo que desean y por qué, sin tensiones, sin chantajes emocionales, manteniendo el respeto en todo momento y, llegado el caso, siendo generosos, unas veces uno, otras el otro.

10. Buen humor: la convivencia es dura, y muchas veces, incómoda. Pero con una buena pareja, tiene muchas ventajas frente a la soledad. Hay que ser optimista, bromear, tratar de reír con frecuencia y evitar la negatividad.


Notas:

a) Este es un blog político, y he dudado bastante antes de escribir esta entrada. Pero creo que es un buen complemento a la anterior y no reduce la eficacia de ninguna de las demás. Por otra parte, los problemas de pareja en principio son personales, no sociales. Pero acaban desbordando el ámbito personal y saltando al social (maltrato, adicciones, depresiones...).

b) Los consejos son válidos tanto para parejas heterosexuales como homosexuales.

c) Entre los factores no he puesto el amor por considerarlo condición previa: si dos personas forman pareja, será porque se aman, digo yo. Pero por desgracia un amor sincero no basta para que la pareja perdure.

sábado, 2 de agosto de 2014

Parar los asesinatos de mujeres

"Violencia de género", "violencia doméstica", "violencia contra las mujeres", "violencia machista", "violencia sexista"... Se podría decir «Llámese como se quiera», pero hay dos grupos de términos con significados distintos:

  1. "Violencia de género", "violencia contra las mujeres", "violencia contra la mujer" "violencia machista", "violencia sexista" y "violencia sobre las mujeres".
  2. "Violencia doméstica", "violencia familiar", "violencia intrafamiliar" y "violencia en el ámbito familiar". 
La diferencia fundamental es que, en España, la primera es la ejercida por un varón sobre una mujer con la que tiene o ha tenido una relación sentimental. Mientras que la segunda se produce en un entorno de convivencia entre los miembros de un núcleo familiar.

Así, por ejemplo, si un nieto apuñala a su abuela, con la que convive, eso es violencia doméstica (la 2), mientras que si un varón apuñala a su exnovia (con la que ya no convive), eso es violencia de género (la 1).

La distinción es crucial, porque los partidos de derecha intentan descafeinar las medidas contra la violencia de género esgrimiendo cifras de violencia doméstica. Algo parecido a descafeinar las medidas contra los robos en domicilios esgrimiendo cifras de ataques informáticos.

Internacionalmente, la violencia contra la mujer es la que se ejerce contra la mujer por el mero hecho de serlo, por ejemplo los asesinatos por los talibanes afganos de mujeres que quieren estudiar. La violencia de tipo 1 anteriormente descrita se denomina "violencia contra la mujer en la pareja".

En todo caso lo importante es que en España mueren más de cincuenta mujeres al año (61 en 2011, 52 en 2012, 54 en 2013...) a manos de sus parejas o exparejas, siempre hombres. Y el asesinato viene casi siempre después de un calvario de insultos, golpes y palizas.


A pesar de estas cifras terribles, España está muy por debajo de la media europea y mundial en estas muertes: si en España fallecen así 2,8 por millón de mujeres, en un país supuestamente civilizado como Austria son 9,4, y en Finlandia, 9,3 . En todo caso, más de cincuenta asesinadas al año son demasiadas. Sin olvidar que son decenas de miles las que sufren palizas y maltrato psicológico.

Se puede y se debe hacer algo en España. Hay que seguir fomentando las órdenes de alejamiento (a pesar de que no sean eficaces para alguna de las fallecidas, porque nunca presentó denuncia). Hay que abrir más casas de acogida en las poblaciones donde las existentes estén saturadas. Hay que fomentar la independencia económica (con formación pagada hasta que encuentre empleo) y psicológica de la mujer maltratada. Hay que castigar con la mayor severidad cualquier intento de su expareja de interferir en su nueva vida. Hay que facilitar a los maltratadores terapias de grupo u otras que se hayan demostrado eficaces, tanto para que dejen de acosar a su expareja como para evitar que reincidan en su comportamiento con sus nuevas parejas.

Pero todo esto no basta: también debe trabajarse en la prevención.

Según un reciente informe, que resume  el Centro Nacional de Investigación e Innovación Educativa, "Haber trabajado en la escuela contra la violencia de género reduce su riesgo. La prevención de la violencia de género debe desarrollarse en todas las etapas educativas, adaptando el tratamiento a cada edad. Debe iniciarse en la educación infantil sobre el valor de la igualdad, la resolución pacífica de los conflictos y el rechazo a toda forma de violencia. Desde los 12-13 años, es necesario enseñar la incompatibilidad del amor con la violencia, erradicando los mitos que a dicha asociación contribuyen (como: 'quien bien te quiere te hará llorar' o 'por amor hay que estar dispuesto a todo') y volverlo a tratar a los 14-16 años, momento en que pueden aprender a detectar cómo son las primeras manifestaciones del abuso en la pareja y cómo evoluciona, así como las medidas para ayudar a otras parejas próximas que puedan encontrarse en dicha situación."

La mayoría de las personas que vivieron violencia en su familia de origen (alrededor del 67%) no reproducen dicho problema en la familia que establecen como adultos (Kauffman, 1997) y difieren de los que sí lo hacen por cuatro características 

  1. Establecimiento de vínculos sociales no violentos que ayuden a desarrollar esquemas y expectativas sociales básicos alternativos a la violencia.
  2. Rechazo a toda forma de violencia.
  3. Compromiso explícito de no ejercerla.
  4. Adquisición de habilidades alternativas a la violencia que permitan afrontar el estrés y resolver los conflictos sociales con eficacia.


Reproduzco aquí este gráfico del estudio porque lo he encontrado especialmente interesante. Preguntan a un conjunto de chicas qué harían en el caso de sufrir maltrato por parte de sus parejas. De acuerdo con sus actitudes hacia esta situación, las chicas se dividen en tres grupos: las que presentan una buena protección frente a la violencia de género, las que presentan protección intermedia y las víctimas potenciales. Pues bien, cuanto más alta es la probabilidad de que la mujer tome medidas drásticas (presentar una denuncia o romper la relación), mayor es la protección frente a la violencia.

Y a la inversa, cuanto mayor es la probabilidad de que la mujer deje pasar el maltrato (pedirle que no lo vuelva a hacer: víctimas potenciales, 30,4; mujeres bien protegidas, solo 13,2, casi tres veces menos), más alta es la probabilidad de que pase de víctima potencial a real.

Es necesario enseñar qué comportamientos constituyen violencia de género a los chicos (para que no los practiquen) y a las chicas (para que no los toleren), y cuáles no constituyen violencia (por ejemplo, llevar la contraria).

CHICAS, NO HAY QUE PASARLES NI UNA

El estudio muestra también que el sustrato de la violencia de género es un conjunto de ideas erróneas sobre el amor, la pareja, las capacidades y deberes de la mujer. Por suerte, ese conjunto anida en un porcentaje pequeño de personas (alrededor del 15%), tanto hombres como mujeres. Es necesario desarraigarlas. Para ello, nada mejor que la exposición en clase de la idea errónea ('quien bien te quiere te hará llorar' , 'por amor hay que estar dispuesto a todo', 'cuando encuentras a tu media naranja es para toda la vida', 'el hombre debe mostrar autoridad') y su cuestionamiento público con razonamientos y datos sólidos hasta que los potenciales maltratadores y maltratadas se queden sin argumentos.


Díptico contra el maltrato del Ministerio de Sanidad




















domingo, 25 de mayo de 2014

Reducir los accidentes de tráfico

España ha reducido las víctimas mortales en accidentes de tráfico de las 5347 en 2002 (cifra de Eurostat) hasta las 1903 de 2012 (cifra de la DGT). Un 64%. La tercera mayor reducción de los 18 países para los que Eurostat da cifras de 2002 y 2012 (es una vergüenza que a 25 de mayo de 2014 no estén disponibles las cifras de 2013 y que falten tantos datos de años anteriores). El esfuerzo ha sido enorme y digno de los mayores elogios. Pero todavía es posible disminuir más este fatídico número.


Investigadores noruegos recomiendan diez medidas adicionales:

1. Reducción de los límites de alcoholemia: En Suecia y Noruega el límite legal de alcoholemia es de 0,2 gramos por litro de alcohol en sangre, mientras que en España, para los conductores normales, todavía es del 0,5.

2. Restricciones a conductores condenados por conducir con exceso el alcohol: varios estudios han analizado el efecto de los alcolock, dispositivos que condicionan el funcionamiento del vehículo a la comprobación previa de que el conductor no ha ingerido alcohol. Todos concluyen que son efectivos. Es necesario obligar a que los conductores sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol los instalen en sus vehículos y los mantengan operativos. Para ellos, conducir un vehículo sin este dispositivo operativo debería suponer la retirada definitiva del permiso.

3. Sanciones más duras por exceso de velocidad combinadas con más controles de velocidad y con la obligación para los conductores sancionados de instalar en sus vehículos limitadores de velocidad, con el mismo régimen que para los alcolock.

4. [no estoy de acuerdo en bajar de 18 a 16 años la edad para comenzar las prácticas de conducción]

5. Educación vial en las escuelas: La formación de los niños sobre cuál es el modo correcto de cruzar una vía “parece reducir el número de accidentes que se producen” por atropello, especialmente entre los niños de 9 y 12 años, según un estudio norteamericano.

6. Inspecciones a pie de carretera: según dos estudios estadounidenses que comparan la siniestralidad entre Estados que realizan inspecciones a pie de carretera y los que no, la tasa de fallecidos es un 15% menor en los primeros.

7. Mejoras en las infraestructuras: los carriles bicis, la sustitución de cruces por rotondas, la construcción de circunvalaciones en las ciudades y de intersecciones a distinto nivel contribuyen a reducir los accidentes mortales y sus beneficios superan ampliamente sus costes.

8. Luces de conducción diurna: Canadá, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Noruega y Hungría obligan a llevar siempre encendidas al menos las luces cortas cuando se conduce un vehículo a motor de día. Los estudios realizados en estos países sobre los efectos de la medida concluyen que los accidentes con varios vehículos implicados durante el día se redujeron en un 6%.

9. Notificación automática de accidentes: los sistemas de e-Call se utilizan para detectar que el coche en el que están instalados ha sufrido un accidente. El dispositivo envía a una central de servicios de emergencia la localización del vehículo accidentado con el fin de reducir los tiempos de reacción y evitar así que una lesión grave cause una discapacidad o la muerte. Dos estudios estadounidenses y uno finlandés indican que la medida es efectiva, especialmente cuando el siniestro ocurre por la noche o en áreas rurales y con un solo vehículo implicado, aunque su eficacia total depende del tiempo de respuesta de los servicios de emergencia.

10.Corrección de señales erróneas: un estudio realizado en Noruega detectó hasta un 60% de señales que estaban mal ubicadas, mal diseñadas, que eran difíciles de ver o que estaban instaladas junto a otras muchas señales de forma que dificultaban al conductor su interpretación correcta. Según la investigación, si las señales cumplen los requisitos de calidad, los accidentes con víctimas se reducen en un 15% y los siniestros que solo provocan daños materiales, en un 7%.

Personalmente creo que, además, debe promoverse la instalación de limitadores automáticos de velocidad en los vehículos. En principio, fijos a 120 kilómetros por hora (y renunciar a incrementar este límite, incluso en autopistas y autovías). Después, progresivamente, se deberían ir implantando puntos de transmisión de velocidad límite en las principales vías (especialmente en los puntos de alta siniestralidad), y que esa velocidad límite fuera variable con las condiciones del momento (ejemplo: en una autopista, 120 en condiciones normales, 100 por la noche y 80 si hay niebla).

lunes, 5 de mayo de 2014

La reforma fiscal

Unos pocos números: el déficit del Estado español ha sido en 2013 del 6,62% del PIB, que asciende a un billón de euros. En los próximos años creceremos poco: 1,2% en 2014 y 1,7% en 2015 (Banco de España, marzo de 2014). Tenemos que reducir el déficit al 3% y, a la vez ir reduciendo la deuda, que en 2013 alcanzó la bestialidad del 94%, al 60%, mientras, también simultáneamente (¿alguien dijo que gobernar era fácil?) disminuimos el paro desde los insoportables niveles actuales del 26% hasta que quede por debajo del 8% (no es una utopía; en 2007 llegó al 7,95%).

Esto quiere decir que cada año Hacienda necesita recaudar 46.200 millones de euros más (3,62% del PIB de un billón para bajar del 6,62 al 3% y un 1% suplementario, por decir algo, para ir reduciendo la deuda). ¿De dónde se sacan sin cargarse la economía?

La Comisión Lagares (los expertos que han redactado la propuesta de reforma fiscal) propone subir IVA y bajar los tipos de Renta y Sociedades, pero eliminando casi todas las deducciones. También propone que desaparezca Patrimonio y se incrementen IBI y Sucesiones y Donaciones.

Respecto a estas propuestas, suscribo las palabras de Julio Ransés Pérez Boga, Presidente de Inspectores de Hacienda: "No estoy de acuerdo con las propuestas relativas a eliminar Impuesto sobre el Patrimonio, que además de someter a gravamen a los más acaudalados y generar una justa recaudación, tenía una importante función censal muy apreciada por Hacienda para comprobar otros impuestos."

Y también las de Carlos Díez, economista de Intermoney: "La propuesta de reforma fiscal coordinada por Manuel Lagares ha tenido numerosas críticas hasta del Gobierno que se la encargó. La principal es que sería la reforma más regresiva de la democracia ya que bajaría los impuestos al 1% de la población más rica y nos lo subiría al resto, especialmente a los más pobres con la subida del IVA en alimentos del 10% al 21%." [...] "Hay que eliminar las desgravaciones del IRPF y del impuesto de sociedades. Nuestros tipos impositivos son los más altos de Europa pero se aplican sobre las bases más bajas de la OCDE. Las desgravaciones son un lujo que España tras una depresión no se puede permitir. Además son extremadamente regresivas ya que benefician principalmente a las rentas altas y a las grandes empresas."

En lo que sí estoy plenamente de acuerdo es en "crear un gran sistema informático que cruce los datos bancarios de los contribuyentes con los registros de Tráfico y registradores y notarios para que la Agencia Tributaria disponga de mejores herramientas para luchar contra el fraude.". No se trata de crear un monstruo informático, sino de cambiar los sistemas existentes en Tráfico y los Registros de la Propiedad y Mercantil para que aplicaciones de Hacienda efectúen búsquedas diarias automáticas, hallen los contribuyentes con cuyo NIF están registradas un número de propiedades, empresas o vehículos no esperables de sus ingresos, y proporcionen esos resultados a los inspectores. Esto ni es caro ni es complicado, solo requiere una fuerte coordinación de todos los responsables.

Joaquín Estefanía aclara cómo se pueden recaudar los 46.200 millones de euros que faltan cada año:

Que quien más tiene y más gana no es quien más paga no se debe sólo al fraude fiscal. Está causado también por los intersticios del sistema en forma de bonificaciones, deducciones, vías de elusión legales, etcétera, existentes después de un parcheo continuo e incoherente de los gravámenes, en una vorágine normativa en la que han entrado las tres administraciones que tienen competencias impositivas: la central, la autonómica y la municipal. Según el informe citado, en los Presupuestos de 2014 las exenciones al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), Valor añadido (IVA) y Sociedades superan los 35.000 millones de euros.

Caso aparte es el del fraude, que algunos estiman en unos 90.000 millones de euros (casi el 9% del PIB). Un cálculo elaborado por el Círculo de Empresarios lo cifraba en 70.000 millones, desarrollados del siguiente modo: si entre el 20% y el 25% del PIB es economía sumergida, el PIB ha superado el billón de euros y la presión fiscal media se sitúa entre el 30% y el 36%, el importe de las cuotas no ingresadas cada año puede superar los 70.000 millones. Para que la reforma fiscal funcione, además de tener una normativa clara y justa, se precisa una administración tributaria eficaz, que detecte y sancione. Según datos de la OCDE, España tiene un empleado de esa administración por cada 1.928 ciudadanos, frente a los 860 de Francia, 729 de Alemania, 862 del Reino Unido, o 697 de los Países Bajos. Nuestro país dedica alrededor del 0,1% de su PIB a la gestión fiscal frente al 0,5% de otros países importantes europeos. No se trata sólo de más recursos sino de garantizar la independencia de la administración tributaria puesta en tela de juicio en los últimos meses. Quizá sería interesante estudia la posibilidad de convertir la Agencia Tributaria en una agencia independiente de los gobiernos de turno.


Conclusión: no hace falta subir el IVA (y mejor no hacerlo, porque subirlo en 2012 del 18 al 21% retrajo el consumo e incrementó el paro) ni bajar las cotizaciones sociales (el paro hace que se recaude bastante menos y que se esté mermando la "hucha" de las pensiones). Lo que hay que hacer es eliminar TODAS las exenciones y deducciones, tanto en Renta como en Sociedades, eliminar los módulos y la estimación objetiva, y combatir eficazmente el fraude.


sábado, 15 de febrero de 2014

Combatir la desigualdad

Podríamos definir la desigualdad como la diferencia entre los ingresos del 20% de los ciudadanos más ricos de un país y el 20% más pobre. En esta entrada trataré solamente la desigualdad dentro de un mismo país. Por supuesto, la desigualdad entre los países ricos y pobres es mucho mayor y mucho más grave, ya que por ella mueren millones de personas de hambre y enfermedades evitables. Pero las medidas necesarias para combatirla son muy diferentes.






En 2011 el 20% más rico de los españoles ganaba 7,5 veces más que el 20% más pobre. En cambio, en Noruega la diferencia es de solo 3,3 veces. Esto no parece necesariamente malo en sí. No parece intrínsecamente malo que haya ricos y pobres; lo intrínsecamente malo es que haya personas que no puedan satisfacer dignamente sus necesidades de comida, calor y vivienda.

Pero el problema es que dejar crecer la desigualdad empeora progresivamente la situación de la inmensa mayoría de la población y hace al país más vulnerable a las crisis económicas. Porque si los ingresos están repartidos de una forma más homogénea, hay más empleos (más gente tiene dinero para gastarlo en bienes y servicios diversos, que han de proporcionarse sirviéndose de otras personas), mejor pagados y el país es económicamente más estable. En cambio, la concentración de ingresos en un sector reducido de la población crea menos empleos (los empleos generados por cada unidad monetaria de más ingresada por los más ricos son muy inferiores a si esa unidad la ingresan los más pobres) y fomenta la economía especulativa, las burbujas y los reventones.


Por ejemplo, dice Paul Krugman: "Después de que estallase la crisis, el trasvase continuo de los ingresos de la clase media a una pequeña élite lastró la demanda de los consumidores, de manera que la desigualdad tiene que ver tanto con la crisis económica como con la debilidad de la recuperación posterior."

Según el Fondo Monetario Internacional, la igualdad económica favorece el crecimiento de un país más que la baja corrupción, la baja deuda, el libre comercio o la inversión extranjera.

Un reciente metaestudio basado la comparación de más de 150 artículos científicos revela que los países con mayores desigualdades económicas tienen mayores problemas de salud mental y drogas, menores niveles de salud física, menor esperanza de vida, peores rendimientos académicos y mayores índices de embarazos juveniles no deseados. 

Suscribo por tanto las siguientes propuestas del artículo Intervenir en el mercado publicado por Pedro Saura García en El País del 28 de enero de 2014:


  1. Apuesta decidida por unas relaciones económicas internacionales que eviten el dumping social, medioambiental y sanitario.
  2. Evitar la competencia a la baja de los impuestos entre países.
  3. Combatir los paraísos fiscales, idealmente hasta conseguir la total transparencia de las finanzas internacionales, tanto empresariales como personales.
  4. Educación que elimine cualquier tipo de segregación.
  5. Impuestos altos sobre sucesiones y grandes fortunas.
  6. Política económica que gravite sobre la incorporación de la innovación y el conocimiento.
  7. Políticas públicas que estimulen la participación de los trabajadores en la toma de decisiones de la empresa.
  8. Mayor transparencia para que los accionistas y los trabajadores conozcan las razones que explican los emolumentos de sus ejecutivos y directivos.
  9. Negociación colectiva equilibrada entre trabajadores y empresarios que evite condiciones de trabajo y salarios indignos.
  10. Reforma del mercado de trabajo que permita un empleo más estable al principio de la vida laboral de los jóvenes.
  11. Incremento del salario mínimo acompasado al aprendizaje y a la productividad del trabajador.
  12. Regeneración de nuestras instituciones que elimine privilegios de todo tipo, posibilitando una verdadera competencia en los mercados de bienes y servicios.
  13. Igualdad en el acceso al crédito de todoslos empresarios.
  14. Que paguen impuestos los que no lo hacen.
  15. Asignación por méritos objetivos y contrastados de los puestos no políticos en los organismos que controlan el mercado y luchan contra el fraude (Agencia Tributaria, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Tribunal de Cuentas, Banco de España, etc.) en vez de asignarlos por amiguismo, fidelidad o conveniencia política.
En todo caso, añado, la mejor forma de combatir la desigualdad es consiguiendo que el paro sea bajo (inferior al 5%) sin rebajar el salario mínimo. Esto se logra, por un lado, combatiendo eficazmente el fraude fiscal (cosa que produce mucho mejores resultados que freír a impuestos a los ricos) y pagando con el dinero recaudado una buena educación, una buena sanidad y unos buenos centros de cuidado de niños y mayores (todo ello genera muchísimos empleos). Y por otro lado, formando a los trabajadores en los conocimientos que el mercado requiere (esto ya lo he dicho varias veces en este blog, pero lo seguiré repitiendo hasta que suceda).

miércoles, 1 de enero de 2014

Las personas sin hogar

El fenómeno de la gente durmiendo en las calles de los países desarrollados (no es que los refugiados en los países pobres tengan menos importancia; tienen más, pues su número es mucho mayor, pero sus problemas se deben a causas distintas) hiere profundamente nuestra sensibilidad. Estos países tienen recursos suficientes para eliminar el problema y la inmensa mayoría de sus ciudadanos está de acuerdo en que una pequeña parte de sus impuestos se gaste con esa finalidad. Por tanto, si las noches frías sigue muriendo gente que duerme al raso, entonces no se están tomando las medidas adecuadas.


No todas las personas sin hogar se encuentran en la calle por la misma razón. La página de la Wikipedia sobre el fenómeno considera que casi siempre se debe a la ruptura de lazos familiares, laborales o sociales. Esto puede concretarse en un divorcio, quedarse sin empleo, ser desahuciado, sufrir un trastorno mental, una enfermedad que imposibilite trabajar, volverse adicto a alguna sustancia, etc. Dichas causas pueden encadenarse en la misma persona: alguien puede perder su trabajo, como resultado ser desahuciado de su casa, caer en una depresión y hacerse alcohólico.

Está claro, por tanto, que debe analizarse cada caso y tratarlo de la forma más adecuada. Las personas sin hogar que sufren una enfermedad incapacitante curable deben ser tratadas y curadas. Si se niegan a ello, deben poder ser llevadas ante un juez que, de forma temporal, las incapacite legalmente si lo considera adecuado, hasta que estén curadas.

Si su enfermedad es incurable (por desgracia hay muchas personas en esta situación que padecen graves trastornos mentales incurables), el Estado debe hacerse cargo de ellas, con una pensión por incapacidad permanente, si son capaces de vivir dignamente por si mismas, o, si eso no es posible, internándolas en manicomios.

Si padecen una adicción al alcohol (muy frecuente) o a otras drogas, deben ser incluidas en programas de desintoxicación, y si se niegan, forzarlas a ello. Esto supone una discriminación respecto a adictos que sí tienen hogar, pero está justificada porque si la persona conserva su hogar, conserva cierto control sobre su vida y tiene más probabilidades de superar su adicción.

Los desempleados capaces de trabajar deberían recibir la formación adecuada para desempeñar un trabajo que la sociedad demande y así obtener un salario a cambio. No estoy de acuerdo con que solo se les ofrezca la posibilidad de vender publicaciones caritativas. A nadie debería dejársele como única salida el vivir de la caridad de otros. Eso equivale a que los demás juzguen si vive o muere, y ninguna persona merece morir. Aunque tampoco estoy de acuerdo con la prohibición de la mendicidad. Sí con la resolución, caso por caso, de los problemas que han llevado al mendigo a esa situación, y con una fuerte concienciación social para no dar dinero a los mendigos.

Debería haber una directiva en la Unión Europea que obligara a cada municipio a proporcionar alojamiento y comida a cada persona nacida en ese municipio y que se encontrara sin hogar. Las personas que fueran halladas sin hogar en un municipio diferente al de su nacimiento serían trasladadas (si se niegan, a la fuerza) al de su nacimiento. Y allí recibirían, sin excepción alguna, esos beneficios. Eso no viola la libertad de circulación de los ciudadanos de la UE: una cosa es la libertad de circulación, y otra la libertad de establecimiento. Las personas libres deben poder ir (moviéndose) donde quieran, pero no quedarse tiradas en la calle, apropiándose así de un espacio comunitario que es de todos y que tiene otros usos.

Lo contrario haría que los municipios que cumplieran la directiva se llenaran de personas sin hogar,  causando la lógica irritación del resto de sus habitantes.

Las personas sin hogar no nacidas en la UE y que no tuvieran permiso de residencia en vigor serían deportadas a sus países de origen.