miércoles, 21 de septiembre de 2016

Prevenir el abuso de menores

En la entrada La prevención de la delincuencia dije que dedicaría una a medidas contra este delito, y otra contra la violación de mujeres adultas.

La razón: mientras que para prevenir los otros delitos quienes principalmente deben tomar las medidas son las autoridades, y para prevenir violaciones de mujeres adultas (digamos a partir de 15 años, aunque realmente no se pueda fijar un umbral), quienes deben adoptar la mayoría de las medidas de protección son las propias mujeres, para prevenir los abusos a menores quienes deben tomarlas son los padres.


Esto no quiere decir en absoluto que, si se produce el abuso, los padres sean responsables por no haber adoptado estas u otras medidas; el responsable SIEMPRE será el abusador.

Una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños varones pueden convertirse en víctima de abuso sexual antes de llegar a la mayoría de edad. En esta entrada (elaborada a partir de la información sobre la cuestión disponible en Internet) se empleará "niño" como término no marcado, refiriéndose tanto a la niña como al niño varón, ya que no se observan diferencias significativas en la incidencia de los abusos y en las medidas para prevenirlos.

Entre un 60 y un 70 % de los abusos los ejercen familiares y personas del entorno próximo al niño. En muchos casos los comete el padre biológico, o bien el nuevo compañero de la madre sobre los hijos que ella tuvo con otro hombre. Otras veces son profesores de la escuela a la que asiste el niño, sacerdotes, familiares, e incluso desconocidos. También se dan abusos sexuales entre los propios escolares (distintos del acoso escolar, que será el tema de otra entrada).

Las consecuencias a largo plazo de haber sufrido violencia sexual en una edad temprana son muy graves, e incluyen depresión, ansiedad, estrés postraumático, drogadicción, delincuencia, prácticas sexuales arriesgadas, contagio de enfermedades de transmisión sexual y embarazo adolescente. Muchas de las víctimas de abusos continuados acaban suicidándose.

Para evitar estos abusos deberían tomarse las siguientes medidas:

1. La prevención de los abusos debe empezar a los 3 años, explicando a los niños qué partes de su cuerpo no deben permitir que nadie (salvo el médico) les toque.

2. Explicarles que existen secretos que no deben ser guardados, porque guardarlos hace daño, y es necesario contarlos para que dejen de hacer daño. Ante ellos, introducirse una piedrecilla en el zapato, andar unos pasos y mostrarles la marca que deja en el pie. Explicarles que hay que sacar la piedrecilla, porque si no hace una herida que sangra y duele muchísimo más.

3. Dejarles claro que hay personas malas que pueden intentar obligarlos a guardar secretos mediante amenazas, pero que esas amenazas son mentira y no se llevan a cabo.

4. Hablar del tema periódicamente, al menos una vez cada dos años. El cerebro de los niños se encuentra en constante desarrollo, y una de las cosas que hace es olvidar información que no se verifica en la experiencia (como, afortunadamente, ocurrirá en la mayoría de los casos).

5. El abuso ocurre cuando un adulto está a solas con el niño (salvo en el caso del ciberabuso, que se trata en el último punto). Los padres deben intentar conocer a la persona con quien se queda su hijo y, después, preguntar al niño si se lo han pasado bien, a qué han jugado, etc.

6. Los abusadores manipulan a los niños para que crean que la culpa es de ellos, o que lo que están haciendo es normal, o un juego. Pueden amenazar al niño con hacerle daño a él o a otras personas de su familia. Esas amenazas pueden conseguir su propósito si los padres no han explicado antes al niño que son mentiras.

7. Señales físicas como irritación, inflamación o sarpullido en los genitales, infecciones de vías urinarias, dolor abdominal o de cabeza fruto de la ansiedad, retraimiento o depresión, exceso de autoexigencia, o rabia y rebeldía inexplicables, pueden ser síntomas de abusos sexuales. Pero hay que valorarlos muy cuidadosamente: cada uno de estos síntomas puede darse en niños que no estén sufriendo ningún abuso.

8. Lo que sí puede ser un síntoma claro es un cambio brusco en el niño: era alegre y se vuelve triste; sacaba buenas notas y empieza a suspender; era tranquilo y comienza a tener rabietas, etc. Ojo, porque esto también puede ocurrir si es víctima de acoso escolar. En estos casos, el progenitor con el que el niño se encuentre más a gusto (generalmente la madre) debe hablar con él (mejor uno solo que los dos a la vez, lo que puede cohibir al niño) e intentar averiguar, con mucho cariño y ternura (sin asomo de ansiedad, sin tensión, que no conseguirán más que el niño se cierre en banda) qué ocurre. Si no se consigue hallar, conviene consultar a un psicólogo infantil.

9. Un comportamiento y lenguaje abiertamente sexual y atípico para la edad pueden ser también signos de alarma.

10. Mucho cuidado con la reacción si el niño cuenta que es víctima de abusos: responder con incredulidad, rabia o enfado puede hacer que el niño intente justificar la acción, que cambie la versión o que evite nuevas preguntas sobre el tema. Ante el niño debe actuarse con contención, como si se tratara de un tema de importancia menor, como un resfriado, que exige acudir al médico, sí, pero que se cura y no va más allá. Una vez fuera de la presencia del menor, debe denunciarse inmediatamente el caso a la policía, para que el abusador sea puesto a buen recaudo y no cause más víctimas. Si se sospecha que podría haber abusado también de otros niños (como en un entorno escolar, por ejemplo) debe difundirse el caso y animar a otros padres a preguntar a sus hijos y denunciar.

11. Todo centro escolar, y todo centro donde un adulto trabaje con menores (polideportivos, catequesis, campamentos de verano...) debe contar con un protocolo antiabuso, firmado por el responsable del centro (por ejemplo, el director de la escuela), que debe exponerse legible y públicamente en la pared de una zona transitada (no vale un desván ni un cuarto de la limpieza). Debe cumplirse este protocolo (por ejemplo en lo referido a la entrada de profesores en los vestuarios) aunque no haya habido denuncias por abuso (el protocolo es, precisamente, para evitar los abusos). Si cualquier padre considera que no se cumple, podrá exigir su cumplimiento.

12. Toda persona denunciada por abuso a menores deberá ser suspendida inmediatamente del trato con ellos. Eso sí, se le mantendrá su sueldo íntegro y no podrá ser despedido ni represaliado de ninguna manera hasta que recaiga sentencia firme. La policía y la fiscalía investigarán hasta el final las denuncias recibidas, que no podrán ser retiradas en ningún caso, y que deberán acabar, necesariamente, bien en una condena al abusador, bien en una absolución por falta de pruebas que reconozca que había indicios suficientes para investigar el caso, o bien en una condena al denunciante por denuncia falsa al carecer de indicios suficientes para efectuarla.

13. El ciberabuso, conocido por el término inglés grooming, (y distinto del ciberacoso) consiste en que el abusador adulto se introduce en un chat de niños, y se gana la confianza de uno de ellos, fingiendo ser de su edad. Lo incita a que le mande fotos en grados crecientes de desnudez y, valiéndose de ellas, lo chantajea, amenazando con difundirlas, para conseguir fotos cada vez más explícitas, o un encuentro físico. A este respecto, como explica detalladamente esta entrada del Instituto Nacional de Ciberseguridad, la reforma de 2015 del Código Penal español castiga, por un lado, la simple propuesta al menor de un encuentro; por otro, la petición al menor de fotos de contenido sexual; y finalmente, la difusión en redes sociales de fotos o vídeos sexuales que dos personas (menores o adultas) se hayan intercambiado con el propósito implícito de no difundirse a más gente. Para evitar el ciberabuso, no debe comprarse al niño su teléfono móvil antes de que cumpla once años. Antes de que empiece a navegar por Internet, debe advertírsele que allí puede haber gente mala que le quiere hacer daño. Para evitarlo, nunca debe facilitar su domicilio, ni su teléfono, ni fotos donde no aparezca completamente vestido.

viernes, 9 de septiembre de 2016

El agua

El agua dulce es el recurso más escaso del planeta. Según la ONU, en 2016 la escasez afecta al 40 % de la población. Para 2050 afectará a más del 60 %, debido al aumento de la demanda (más población) y la reducción de la oferta (cambio climático, contaminación, reducción del nivel de los acuíferos y salinización).


Es perfectamente posible suministrar agua al 100 % de la población mundial. Incluso suministrar una demanda eficiente (80 m3 por persona y año). Tanto para el consumo de las personas como para riego y necesidades de las empresas. El agua de mar es ilimitada. Solo hay que desalarla empleando energías renovables (utilizar energías fósiles empeoraría todavía más el cambio climático).

Teniendo siempre en cuenta que los recursos de la Tierra son limitados, que los estamos consumiendo a dos veces y media la velocidad con que los genera, y que deberíamos ir hacia un decrecimiento hasta alcanzar un equilibrio, tal como propongo en Para evitar el colapso general habría que tomar, respecto al agua, las siguientes medidas:

1. El primer objetivo es la sostenibilidad del suministro. Si, por ejemplo, (caso real de Libia) hay que escoger entre explotar un acuífero fósil (que no se rellena) y desalar con energía solar, se debe escoger lo segundo, aunque sea mucho más caro, porque es lo sostenible. En el caso de Libia, se calcula que el acuífero fósil se agotará en unos 60 años, por lo que las faraónicas obras hechas para explotarlo se volverán inútiles.

2. Se debe invertir lo suficiente en la red de distribución para reducir las pérdidas siempre por debajo del 20 % e, idealmente, por debajo del 5 %. Las tuberías tienen una vida útil, digamos 30 años (depende mucho del material, el revestimiento interno y externo, el suelo donde se asiente, si lleva agua para beber o residual, etc.). Todas las tuberías que componen la red deben irse cambiando antes de que superen su vida útil.

3. Toda el agua que se suministre debe cobrarse. A un precio justo y suficiente para mantener la red, como se ha explicado en el punto anterior, para sufragar los gastos de depuración y, en el caso de aumentos de población, para acometer nuevas inversiones.

4. Las empresas que suministren agua deben ser públicas. La tecnología del agua es muy madura, por lo que la entrada de una empresa privada no supone ahorros significativos. Lo que hace la empresa privada es aumentar el precio de la tarifa para obtener su beneficio.

5. Las tarifas deben depender de los metros cúbicos consumidos, no de la renta del consumidor. Se debe penalizar el consumo excesivo (para lo cual, los datos de los abonados al servicio de agua deben cruzarse con los del padrón municipal). Por ejemplo, si en una casa hay empadronadas cuatro personas, y consumen 200 m3/año, se les cobra a 1 € el m3. Si consumen 300, a 3 € el m3, y si son 500, a 6 €. De esta forma se incentiva el ahorro.

6. Un sistema similar debería seguirse en los usos industriales. Por ejemplo, una empresa que fabrique papel: hay varias tecnologías. Unas consumen menos agua, pero son más caras. La tarifa de agua de esa papelera debería depender de su consumo y de su producción de papel, de modo que, si para producir 1 tonelada de papel, con la tecnología más eficiente, se necesitan 10 m3 de agua, y la empresa ha producido 10.000 toneladas, pero consumido 200.000 m3 de agua, se le aplica un fuerte recargo, para incentivarla a adoptar una tecnología que consuma menos agua.

7. Y para riego, lo mismo: cada cultivo necesita una cantidad de agua de riego por hectárea (1 kilo de patatas necesita 132 litros; uno de plátanos, 499) con la tecnología más eficiente (en general, goteo, pero puede haber otras). Se ha de regar siempre de noche, para evitar la evaporación que causa el sol. Al agricultor que sobrepase el consumo eficiente, recargo que lo incentive a mejorar su tecnología. Los canales de riego deben estar revestidos con un recubrimiento a prueba de filtraciones. También tienen una vida útil, por lo que han de sustituirse antes de que la superen. Las conducciones de riego entubadas tienen muchas menos pérdidas por evaporación que las abiertas.

8. La empresa pública de agua no debe subvencionar las tarifas a los pobres. Es el Estado el que debería devolver a las familias pobres que lo solicitaran (a través del sistema que propongo en Combatir la pobreza energética) una parte de la factura, de modo que no superara los 3 € mensuales, siempre que no se rebasara el consumo eficiente (punto 5; si se rebasa, se paga entera).

9. La compañía de agua debe ser totalmente pública. Incluso debería explorarse la posibilidad de que sus accionistas fueran los propios abonados. En Madrid, por ejemplo, cuando uno pide el alta en el suministro, le exigen 50 € de depósito. Ese dinero podría ser una suscripción obligatoria de acciones de la empresa. No cotizarían y el abonado no las podría vender, pero sí podría votar en las juntas de accionistas, sobre las tarifas, los sueldos de los directivos y las inversiones.

10. Todos los sueldos de la compañía deberían ser públicos y tener un límite de 10 veces el salario mínimo. No podría dar ningún tipo de privilegio a los empleados (casas subvencionadas, coches oficiales, vacaciones baratas). Ni siquiera tarifas de agua reducidas. Los salarios de los directivos deben contener un incentivo por reducción de agua no cobrada (perdida en la red o robada por consumidores sin contador).

11. Solo podría contratar personal por concurso público y no podría tener más de 1 empleado por cada 2.000 abonados (para evitar que los directivos enchufen a sus familiares o amigos).

12. Para la sostenibilidad, es fundamental la estabilidad de los acuíferos. Debe medirse constantemente su nivel y la calidad de su agua (salinidad, contaminación).

13. Ha de cuidarse sumamente su nivel dentro del ciclo de sequías e inundaciones de la zona. Por ejemplo, si el nivel de un acuífero oscila entre 400 m los años de lluvias, y 300 m los de sequía, y en un año de sequía se ha llegado a 310 m, hay que dejar de extraer agua de ese acuífero y buscar otras fuentes. Desalación, por ejemplo. U otro acuífero menos agotado.

14. Además, cuando haya agua disponible, se deben recargar artificialmente los acuíferos.  Pero bien, no de cualquier manera, de la forma adecuada a la configuración hidrológica de la zona, y tras estudios y pruebas muy cuidadosos.

15. El paisaje ha de diseñarse de modo que se favorezca, o por lo menos no se perjudique, la recarga natural de los acuíferos: grandes extensiones de plantas, zonas de tránsito del agua de lluvia adecuadas (con poca pendiente) para que el agua sea absorbida por el terreno en vez de lavarlo, etc.

16. Para todo esto es necesario establecer una red sólida de recogida de datos (lluvias, sequías, caudales, niveles de acuíferos...) que abarque el mayor número posible de años pasados, y establecer modelos de comportamientos futuros, que deben irse validando y mejorando constantemente, con los nuevos datos. En esta base sólida deben fundarse los posibles nuevos desarrollos (embalses, conducciones, encauzamiento de ríos...).

17. Todas las aguas residuales deben depurarse lo suficiente para devolverlas a la naturaleza sin impacto y que puedan ser usadas para riego. Es posible que la depuración, que debe pagarse con la tarifa, no pueda implantarse de golpe, por el coste repentino que supondría para los usuarios, pero han de hacerse campañas de concienciación pública e inversiones graduales para que esté implantada en un plazo de 20 años (aunque pagar los créditos necesarios pueda llevar otros 20).

jueves, 1 de septiembre de 2016

Para que España tenga un Gobierno

Los resultados de las elecciones generales del 26 de junio de 2016 fueron los siguientes:

PP: 137 escaños
PSOE: 85
Unidos Podemos: 71
Ciudadanos: 32
ERC: 9
CDC: 8
PNV: 5
Bildu: 2
CC: 1

Para ser investido presidente, es necesario que el candidato obtenga mayoría absoluta (176 escaños) en una primera votación o mayoría simple en una segunda.



A mi entender, las elecciones del 26 de junio nunca se deberían haber celebrado, porque nos han metido en la dinámica antidemocrática de que, si a un partido con capacidad de bloqueo no le gusta el resultado electoral, se comporta de modo que se repitan las elecciones, y así hasta que salga lo que quiere.

Lo ideal habría sido que, tras forzar Podemos, en el pacto PSOE-Ciudadanos posterior a los comicios del 20 de diciembre de 2015, el mayor número posible de medidas sociales, Podemos se hubiera abstenido en la segunda votación. Esto no fue posible por los vetos mutuos entre Podemos y Ciudadanos.

También a mi entender, es imperativo modificar la Constitución en el sentido que propongo en esta entrada, y absolutamente imprescindible modificar la normativa para que los diputados y senadores electos no cobren un euro ni generen derechos pasivos (ahora, con dos legislaturas, duren lo que duren, aunque duren solo cuatro meses, ya tienen garantizada la pensión máxima) hasta que hayan elegido un Presidente del Gobierno.

Dicho esto, y con el objetivo de evitar al coste que sea unas terceras elecciones (que probablemente tampoco resolverían la cuestión, por lo que habría que ir a unas cuartas, unas quintas...), considero que son más probables las siguientes posibilidades.

1. Una investidura de Mariano Rajoy después de las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre de 2016, con el apoyo de Ciudadanos, el PNV y CDC, estos últimos para que el PP del País Vasco y Cataluña apoye a su vez al PNV y CDC, tras fracasar la cuestión de confianza en el Parlamento de Cataluña.

2. Una investidura de Mariano Rajoy con la abstención del PSOE a través de un pacto que incluyera la dimisión de Rajoy en dos años, una nueva sesión de investidura y la abstención del PP en ella. Esto no es política ficción: ya se hizo para la alcaldía de Rincón de la Victoria (Málaga) tras las elecciones municipales de 2007.

3. Una coalición Ciudadanos-PSOE-Podemos, tal y como han propuesto más de cuatrocientos intelectuales y artistas. Es perfectamente posible. No hay ningún obstáculo insalvable. Las promesas electorales de Podemos sobre referendos de secesión pueden sustituirse perfectamente con el compromiso de que que Podemos presente, por los cauces previstos en la constitución, una propuesta de reforma para que permita la secesión de autonomías. Luego se votará, y lo que salga, salió. 

Otro centenar de intelectuales y políticos hicieron público el 21 de julio de 2016 otro manifiesto en que instaban a formar Gobierno cuanto antes, pero sin indicar qué partidos preferían que lo integraran.