sábado, 2 de agosto de 2014

Parar los asesinatos de mujeres

"Violencia de género", "violencia doméstica", "violencia contra las mujeres", "violencia machista", "violencia sexista"... Se podría decir «Llámese como se quiera», pero hay dos grupos de términos con significados distintos:

  1. "Violencia de género", "violencia contra las mujeres", "violencia contra la mujer" "violencia machista", "violencia sexista" y "violencia sobre las mujeres".
  2. "Violencia doméstica", "violencia familiar", "violencia intrafamiliar" y "violencia en el ámbito familiar". 
La diferencia fundamental es que, en España, la primera es la ejercida por un varón sobre una mujer con la que tiene o ha tenido una relación sentimental. Mientras que la segunda se produce en un entorno de convivencia entre los miembros de un núcleo familiar.

Así, por ejemplo, si un nieto apuñala a su abuela, con la que convive, eso es violencia doméstica (la 2), mientras que si un varón apuñala a su exnovia (con la que ya no convive), eso es violencia de género (la 1).

La distinción es crucial, porque los partidos de derecha intentan descafeinar las medidas contra la violencia de género esgrimiendo cifras de violencia doméstica. Algo parecido a descafeinar las medidas contra los robos en domicilios esgrimiendo cifras de ataques informáticos.

Internacionalmente, la violencia contra la mujer es la que se ejerce contra la mujer por el mero hecho de serlo, por ejemplo los asesinatos por los talibanes afganos de mujeres que quieren estudiar. La violencia de tipo 1 anteriormente descrita se denomina "violencia contra la mujer en la pareja".

En todo caso lo importante es que en España mueren más de cincuenta mujeres al año (61 en 2011, 52 en 2012, 54 en 2013...) a manos de sus parejas o exparejas, siempre hombres. Y el asesinato viene casi siempre después de un calvario de insultos, golpes y palizas.


A pesar de estas cifras terribles, España está muy por debajo de la media europea y mundial en estas muertes: si en España fallecen así 2,8 por millón de mujeres, en un país supuestamente civilizado como Austria son 9,4, y en Finlandia, 9,3 . En todo caso, más de cincuenta asesinadas al año son demasiadas. Sin olvidar que son decenas de miles las que sufren palizas y maltrato psicológico.

Se puede y se debe hacer algo en España. Hay que seguir fomentando las órdenes de alejamiento (a pesar de que no sean eficaces para alguna de las fallecidas, porque nunca presentó denuncia). Hay que abrir más casas de acogida en las poblaciones donde las existentes estén saturadas. Hay que fomentar la independencia económica (con formación pagada hasta que encuentre empleo) y psicológica de la mujer maltratada. Hay que castigar con la mayor severidad cualquier intento de su expareja de interferir en su nueva vida. Hay que facilitar a los maltratadores terapias de grupo u otras que se hayan demostrado eficaces, tanto para que dejen de acosar a su expareja como para evitar que reincidan en su comportamiento con sus nuevas parejas.

Pero todo esto no basta: también debe trabajarse en la prevención.

Según un reciente informe, que resume  el Centro Nacional de Investigación e Innovación Educativa, "Haber trabajado en la escuela contra la violencia de género reduce su riesgo. La prevención de la violencia de género debe desarrollarse en todas las etapas educativas, adaptando el tratamiento a cada edad. Debe iniciarse en la educación infantil sobre el valor de la igualdad, la resolución pacífica de los conflictos y el rechazo a toda forma de violencia. Desde los 12-13 años, es necesario enseñar la incompatibilidad del amor con la violencia, erradicando los mitos que a dicha asociación contribuyen (como: 'quien bien te quiere te hará llorar' o 'por amor hay que estar dispuesto a todo') y volverlo a tratar a los 14-16 años, momento en que pueden aprender a detectar cómo son las primeras manifestaciones del abuso en la pareja y cómo evoluciona, así como las medidas para ayudar a otras parejas próximas que puedan encontrarse en dicha situación."

La mayoría de las personas que vivieron violencia en su familia de origen (alrededor del 67%) no reproducen dicho problema en la familia que establecen como adultos (Kauffman, 1997) y difieren de los que sí lo hacen por cuatro características 

  1. Establecimiento de vínculos sociales no violentos que ayuden a desarrollar esquemas y expectativas sociales básicos alternativos a la violencia.
  2. Rechazo a toda forma de violencia.
  3. Compromiso explícito de no ejercerla.
  4. Adquisición de habilidades alternativas a la violencia que permitan afrontar el estrés y resolver los conflictos sociales con eficacia.


Reproduzco aquí este gráfico del estudio porque lo he encontrado especialmente interesante. Preguntan a un conjunto de chicas qué harían en el caso de sufrir maltrato por parte de sus parejas. De acuerdo con sus actitudes hacia esta situación, las chicas se dividen en tres grupos: las que presentan una buena protección frente a la violencia de género, las que presentan protección intermedia y las víctimas potenciales. Pues bien, cuanto más alta es la probabilidad de que la mujer tome medidas drásticas (presentar una denuncia o romper la relación), mayor es la protección frente a la violencia.

Y a la inversa, cuanto mayor es la probabilidad de que la mujer deje pasar el maltrato (pedirle que no lo vuelva a hacer: víctimas potenciales, 30,4; mujeres bien protegidas, solo 13,2, casi tres veces menos), más alta es la probabilidad de que pase de víctima potencial a real.

Es necesario enseñar qué comportamientos constituyen violencia de género a los chicos (para que no los practiquen) y a las chicas (para que no los toleren), y cuáles no constituyen violencia (por ejemplo, llevar la contraria).

CHICAS, NO HAY QUE PASARLES NI UNA

El estudio muestra también que el sustrato de la violencia de género es un conjunto de ideas erróneas sobre el amor, la pareja, las capacidades y deberes de la mujer. Por suerte, ese conjunto anida en un porcentaje pequeño de personas (alrededor del 15%), tanto hombres como mujeres. Es necesario desarraigarlas. Para ello, nada mejor que la exposición en clase de la idea errónea ('quien bien te quiere te hará llorar' , 'por amor hay que estar dispuesto a todo', 'cuando encuentras a tu media naranja es para toda la vida', 'el hombre debe mostrar autoridad') y su cuestionamiento público con razonamientos y datos sólidos hasta que los potenciales maltratadores y maltratadas se queden sin argumentos.


Díptico contra el maltrato del Ministerio de Sanidad




















15 comentarios:

  1. Los asesinatos de mujeres por violencia de género (más de 50 al año en España) constituyen algo menos de la cuarta parte de los homicidios (donde las víctimas son varones y mujeres). De enero a mayo de 2013 se produjeron en España 124 homicidios y asesinatos consumados, lo que dejaría 2013 con una cifra de unos 240. De enero a mayo de 2014 las cifras son parecidas.

    Esto quiere decir que, si con las medidas propuestas en esta entrada, se consiguiera prevenir una parte de los asesinatos de mujeres, el número total de personas de los dos sexos víctimas de homicidio en España se reduciría drásticamente. Sin olvidar, además, que, desgraciadamente, hay muchos casos de asesinato de una mujer a manos de su expareja en que, además, muere también alguno de sus hijos o la nueva pareja.

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  2. Ana Mato, Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, propuso el miércoles 10 de septiembre de 2014 a los grupos parlamentarios revisar la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género para adaptarla a la realidad actual.

    La portavoz socialista de Igualdad, Carmen Montón, ha calificado esta propuesta de mero gesto que solo busca un titular. "El Gobierno tiene que ponerse a trabajar ya, no entretenerse en teorías que no van a conducir a nada porque la Legislatura se acaba y no va a tener tiempo suficiente para cambiar la ley. En lugar de actuar y desarrollar la norma, prefiere dar el gran titular mientras recorta el dinero para luchar contra el machismo y desmantela los cimientos de la lucha contra la violencia de género desde otros ministerios", ha respondido Montón a la propuesta de Mato. "No solo el recorte en el presupuesto [se ha reducido un 28% desde que el PP llegó al poder] demuestra la política de brazos caídos del Gobierno en este asunto, la eliminación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, las modificaciones que está preparando en el Código Penal que van en contra de las mujeres y la reforma de la Administración local, que va a alejar de las mujeres los primeros servicios a los que puede acudir".

    Ascensión de las Heras, la diputada que representará al grupo de La Izquierda Plural en la reunión con Mato, subraya que si no se aumenta el presupuesto, la ley y todas las medidas que se tomen no sirven de nada. "No basta con anunciar medidas, hay que implementarlas económicamente para que funcionen. Tampoco se está invirtiendo en formación ni en sensibilización, y muchos de los instrumentos legales que prevé la ley están sin desarrollar porque no hay dinero".

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  3. Para erradicar al asesino hay que convertirlo en el protagonista, esforzarse en conocerlo, desentrañarlo y alcanzar la conclusión de que esta sociedad se ha equivocado al formular el contenido de la palabra amor. La pareja está a punto de convertirse en una institución de riesgo porque no se trabaja con los niños, desde la escolarización, en una doctrina de respeto que cambie el concepto de masculinidad y madurez emocional.

    Es habitual ver programas de convivencia y de trifulca de pareja cuya única base emocional sigue siendo la dominación, el abuso, los celos y la posesión. Hay que extirpar esa conducta de nuestra televisión y de nuestra sociedad, porque su naturalidad es engañosa, su dañina violencia contenida es una afrenta. El cotilleo es reiteradamente reaccionario. Habla de traición, de venganza, de humillación, asociado a las relaciones sentimentales.

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  4. Cinco expertos explican qué se puede hacer, qué se debería haber hecho y qué está funcionando contra esta lacra.

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  5. La Fundación Mutua Madrileña ha puesto en marcha un sitio de Internet para luchar contra la violencia de género. Una línea telefónica para asesoramiento legal, confidencial y gratuita, la posibilidad de buscar recursos y ayudas sin dejar rastro —cuenta con un botón de salida rápida— y testimonios de mujeres que están saliendo de una situación de maltrato, son sus elementos fundamentales.

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  6. Recopila legislación vigente, programas y servicios, que han demostrado su eficacia, tanto dentro como de fuera de España.

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  7. Contiene información sobre violencia de género, así como sobre otras formas de violencia contra la mujer, como la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual o la mutilación genital femenina: cómo detectar comportamientos violentos, qué hacer, estadísticas, estudios, legislación...

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  8. Protección antes de denunciar. Se ampliará la condición de víctima a las mujeres que todavía no hayan interpuesto denuncia penal, para que puedan acceder a los recursos de protección y atención integral.
    Prevención precoz sanitaria. Se desarrollarán protocolos de detección de víctimas de violencia machista en urgencias y atención primaria. Se pondrá en marcha una clave de seguimiento en las historias clínicas para identificar los casos.
    Protección de los huérfanos y de hijos de las víctimas. Las personas que ostenten la patria potestad de huérfanos por violencia de género tendrán beneficios fiscales (excepto el maltratador) y prioridad en el acceso a vivienda protegida. Los hijos recibirán atención psicológica y pedagógica. Tendrán acceso prioritario a pensiones de orfandad y a becas.
    Sin custodia compartida para padres maltratadores. También se suspenderá el régimen de visitas y estará prohibido que los hijos menores acudan a la cárcel a ver a sus progenitores.
    Se suprimen atenuantes en las sentencias por maltrato, como la confesión del crimen o la reparación del daño. Se perfeccionará la tipificación de los delitos en el ámbito digital.
    Derecho de dispensa, a revisión. El documento acuerda “evitar los espacios de impunidad” que se derivan de la legislación actual, que dispensa a la víctima de la obligación de declarar en un juicio.
    Se crean unidades de apoyo. Serán multidisciplinares y ofrecerán atención permanente para acompañar y proteger a las víctimas. Se hará un seguimiento individualizado de cada caso para garantizar la ayuda y evitar riesgos de agresiones.
    Refuerzo de la seguridad. Se establecerán unidades policiales con formación específica en violencia de género que presten atención las 24 horas del día todos los días de la semana y se incluirá a los hijos e hijas en las valoraciones de riesgo.
    Prevención en la escuela. Los centros educativos de todos los ciclos impulsarán medidas educativas contra el machismo y un protocolo para la detección precoz de la violencia. En los libros de Historia se incluirá el Movimiento Feminista.
    Vigilancia de los medios. Se impulsará, de acuerdo con los medios y profesionales audiovisuales, una imagen de la mujer libre de estereotipos y se desarrollará un Código de Publicidad no sexista. El Observatorio de la Imagen de las Mujeres denunciará contenidos denigrantes y discriminatorios en los medios de comunicación.

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  9. Sabes que no debes, conoces cada estación del calvario que te espera, pero no puedes hacer otra cosa. Intuyes que solo se quiere a sí mismo, que le interesas lo justo para cubrir sus carencias, que tiene infinita pena de su culo. Sabes que te anula, te roba la confianza, el amor propio, la alegría de estar viva. Sabes que puede robarte la vida. Siempre es así, no eres la primera ni la última ni la rara ni la única. No le vas a cambiar. Huye. Quien te ama no te esclaviza.

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  10. No puede ser que la mujer no denuncie. Es una de las cuestiones más preocupantes. Además, de las que denuncian, otro tercio retira la denuncia. Esto apunta a que hay una cierta insatisfacción de la mujer con el sistema penal. Por algún motivo, no confía en él. Sin embargo es importante divulgar que no hay efectos negativos ocasionados por el hecho de denunciar; no parece que los agresores se vuelvan más violentos. Tampoco parece que, según los últimos estudios, se confirme que las noticias de los medios provoquen un efecto imitación en otros agresores.

    Los dispositivos electrónicos de seguimiento se usan poco, a pesar de que funcionan. Al menos hasta 2014, ninguna mujer con dispositivo electrónico de seguimiento había sido asesinada. Se trata de un recurso que habría que utilizar más porque ha demostrado su eficacia.

    El porcentaje de presos que siguen terapias para maltratadoes estaba entre el 10 y el 14 %. Era muy bajo. En 2014 subió al 28 % y en 2015, a casi el 35 %. Esta evolución es muy positiva, porque se ha demostrado que baja drásticamente la reincidencia. Las tasas de reincidencia de los que se han sometido al tratamiento se mueven en cifras inferiores al 10 %; las de quienes no lo han hecho son cinco veces superiores. Es decir, educar al agresor en la igualdad sí funciona. Es positivo también que cada vez más condenados por violencia de género a penas que no son de prisión sigan estos tratamientos: más del 50 % lo hacen.

    La renta activa de inserción (RAI) está funcionando bien. Tres de cada 10 mujeres que denuncian la reciben y es un dato que está creciendo. Pero los recursos dirigidos a garantizar la movilidad laboral, el cambio de centro de trabajo, la suspensión del contrato de la mujer, así como los pensados para fomentar su contratación, apenas se aplican. Esto debería corregirse, porque está muy bien dar una renta a estas mujeres, pero al final se trata de un subsidio temporal. Hay que ayudarlas a que accedan al mercado laboral o se mantengan en él, porque eso es lo que da una independencia real.

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  11. En esta página (pinchar el título de este comentario para ir) encontrarás información útil sobre la red de recursos municipales de prevención y atención.

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  12. El Informe de Reincidencia de Instituciones Penitenciarias ha realizado una muestra compuesta de 678 agresores que fueron tratados en el año 2010. En el período de los cinco años siguientes, solo 46 volvieron a ser detenidos por violencia de género. Es decir, la reincidencia policial es del 6,8%. Cada terapia es llevada a cabo por un centro de profesionales de la psicología.

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  13. En la lucha contra la violencia machista es de vital importancia identificar los signos que alertan de que el maltratador ha entrado en camino sin retorno que conduce al crimen. En la mayoría de los casos el deseo de venganza queda anulado por el miedo a las consecuencias penales. Pero hay un porcentaje de maltratadores en los que el efecto disuasorio de la pena, o el miedo al daño que él mismo sufrirá, deja de operar. Su deseo de venganza es más fuerte que su deseo de vivir.

    Hay un punto de inflexión a partir del cual se debe salir corriendo y pedir ayuda. En estos casos la ayuda ya no puede consistir solo en una orden de alejamiento. Es el momento en el que el maltratador expresa fantasías de muerte. Cuando empieza a decir «te mato y me mato».

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  14. Debe prestarse más apoyo y protección a las víctimas para que se animen a denunciar; formar adecuadamente a policías, abogados de oficio, fiscales y jueces para evitar algunos de los errores que se cometen; y educar a los niños y niñas en la igualdad.

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  15. Si te fulmina con la mirada en una reunión porque te hacen más caso que a él, o se lo imagine. Si te castiga con su silencio por alguna ofensa pasada, presente o futura que solo él percibe. Si te contesta que tú sabrás al preguntarle qué le pasa, qué le has hecho, por qué te hace eso. Si te trata con respeto ante otros y con desprecio a solas. Entonces estás en peligro. Huye.

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