viernes, 28 de noviembre de 2014

Parar el cambio climático

En español, "cambio climático" se usa para referirse al aumento de las temperaturas que está experimentando la Tierra desde 1900 por el incremento de dióxido de carbono (CO2) debido a la actividad humana, y que según las pruebas científicas, continuará a lo largo del siglo XXI, especialmente si no se hace nada para pararlo.

En inglés, la Wikipedia, muy acertadamente, diferencia entre "climate change", para describir los cambios a lo largo de la historia del planeta (muchos y drásticos) y "global warming"  (calentamiento mundial) para referirse al fenómeno actual, que es el tema de esta entrada.

Desde 1900 la temperatura del planeta se ha elevado 0,8 ºC. A finales del S. XXI, crecerá de 0,3 a 4,8 ºC suplementarios. Los polos se podrían fundir, muchas naciones insulares desaparecerían bajo el mar, extensas zonas continentales quedarían inundadas, regiones fértiles se volverían áridas y centenares de millones de personas devendrían refugiados climáticos.

ESTO HAY QUE PARARLO COMO SEA



Frente al cambio climático existen dos estrategias, no excluyentes: la mitigación (reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera) y la adaptación (cambiar el modo de vivir de las poblaciones afectadas). Creo que se debe poner todo el énfasis en la mitigación. Asignar recursos a la adaptación no hace más que agravar el problema, porque el dióxido de carbono sigue acumulándose en la atmósfera y sus efectos, aumentando. La única manera es detener la acumulación y empezar a reducirlo, lo que llevará décadas.

A este respecto, continúan siendo válidas las soluciones que planteé en Para evitar el colapso general:

  • Consumir energía solo de fuentes renovables y desarrollar el reciclado al máximo de modo que el consumo de recursos no renovables (minerales) sea el mínimo imprescindible. Por ejemplo, un teléfono móvil es reciclable al 90 %. Todo lo que consumimos, desde una bombilla hasta un avión, puede diseñarse para superar esa cifra.
  • Depurar estrictamente todas las aguas residuales y convertir la materia fecal en metano. Fermentar los residuos sólidos urbanos con el mismo propósito y utilizar el gas para quemar lo restante, filtrando los gases de combustión. Desarrollar productos y métodos de fabricación que permitan el reaprovechamiento total.

Y también las que propuse en Racionalidad energética

  • Es necesario que las redes eléctricas tengan en todas sus ramas capacidad suficiente para absorber y distribuir la producción de los parques eólicos existentes y otras centrales de energías renovables de la zona.
  •  Es necesario que haya suficientes presas reversibles (turbinan, bajando agua de un embalse alto a uno bajo, produciendo energía, cuando hay demanda, y bombean, subiendo el agua, cuando hay exceso de producción, por ejemplo por la noche, para almacenar energía con un rendimiento de hasta el 80%).
  •  Es necesario un equilibrio entre las plantas fotovoltaicas (sólo producen cuando luce el sol) y termosolares (producen por el calor acumulado en sus fluidos de intercambio térmico, y por tanto pueden producir de noche o con el cielo nublado).
  •  Es necesario investigar el almacenamiento de energía eléctrica en forma de aire comprimido (y esto no son castillos en el aire; se trata de un vector energético probadísimo, con más de cien años de antigüedad y una tecnología barata, segura y eficiente).
  •  Es necesario promover la sustitución de sistemas de calefacción de grandes edificios (oficinas, hospitales...) por sistemas de microcogeneración a gas natural que,con el combustible que antes producía solo calor, aparte de producir calor, generan electricidad a coste cero.
  •  Es necesario fomentar la producción de biogás (metano) a partir de las aguas residuales urbanas.
  •  Es necesario sustituir la producción de electricidad a partir de carbón y petróleo por la producción a partir de biomasa, que se obtendría de una limpieza regular de los bosques y que además serían así menos vulnerables a los incendios.
  •  Es necesario promover, en zonas calurosas, la implantación en las azoteas de edificios públicos de sistemas para producir frío a partir de los rayos solares.
  • Es necesario poner en marcha parques eólicos marinos y seguir investigando la producción de electricidad a partir de las olas y de las corrientes hasta llegar a generadores comercialmente viables.

Además de todo esto, con el objetivo particular de parar el cambio climático, también se debería:

  • Obligar a que en el plazo de 10 o 15 años todos los edificios habitados no históricos de todo el mundo tengan calificación energética A.
  • Cubrir de plantas propias de la zona, y de modo sostenible con las condiciones climáticas (a las que se puede sumar alguna ayuda técnica inerte, como http://en.wikipedia.org/wiki/Groasis_Waterboxx), todas las extensiones de tierra no ocupadas por la agricultura (desiertos incluidos; solo quedarían desnudas las altas montañas). Cuanta mayor envergadura tengan las plantas, mejor, pues más carbono fijarán. Por ejemplo, si una zona admite, por un lado, arbustos, y por otro, pinos, dar preferencia a los pinos (pero tampoco plantar exclusivamente pinos de modo que el bosque resultante sea sumamente vulnerable a una plaga o a un incendio). Ser cuidadosos con las zonas polares: allí puede ser conveniente no replantar áreas baldías para que, al cubrirlas la nieve, reflejen la luz solar al espacio. Esos casos habrá que estudiarlos uno por uno.
  • Esto incluye cubrir de plantas las azoteas de los edificios (si lo permite la solidez de sus vigas y si, por las condiciones climáticas de poco sol, se consigue así una mejora respecto a la instalación de placas solares) y todos los espacios urbanos donde sea posible. Por ejemplo, esto supondría acabar con las plazas duras.
  • En la reforestación, dar prioridad a las especies de la zona que tengan algún aprovechamiento comercial (resina, madera, frutos, biomasa...), para asegurar su mantenimiento, y fomentar, a través de impuestos o regulación, la sustitución, en los casos posibles, de materiales cuya fabricación libera gases de efecto invernadero por materiales producidos en los nuevos bosques (por ejemplo, sustituir plástico por madera).
  • Combatir la deforestación que está teniendo lugar actualmente en algunas partes del mundo (Brasil, Indonesia). Dar créditos blandos para cambiar el modelo de desarrollo con deforestación a otro con aprovechamiento y aumento de la capa forestal. Aplicar sanciones comerciales a los países que aun así continúen deforestando.
  • Capturar el dióxido de carbono emitido por las actuales centrales térmicas de carbón o gas e inyectarlo en el subsuelo no es, de momento, una solución general: se quita del 80 al 90 % del dióxido de carbono, pero las necesidades de combustible se incrementan de un 25 a un 40 %. También se debe seguir investigando y, eso sí, a las centrales que estén cerca de formaciones geológicas donde se pueda inyectar, y en las que, por su tecnología, sea eficiente el método (digamos más del 85% del CO2 no emitido a la atmósfera y menos del 30% de combustible suplementario), se las debe obligar a aplicarlo, compensándolas económicamente por el sobrecoste.
  • Prohibir para 2030 la fabricación de vehículos terrestres con motores de combustión. A partir de ese año solo se podrán fabricar vehículos eléctricos. Se incentivará la baja y achatarrado de los vehículos terrestres de combustión interna de modo que en 2050 hayan desaparecido de las calles de todo el mundo (desarrollado y subdesarrollado) y solo subsistan en los museos.
  • Poner en marcha un plan mundial de sustitución de TODA la generación eléctrica no renovable (centrales nucleares, de carbón, de fuel y de gas natural) por renovable (hidroeléctrica, eólica, termosolar, fotovoltaica y geotérmica). Desde ya no se debe empezar a construir ninguna central no renovable y deben eliminarse de todas las planificaciones. Las centrales no renovables que se encuentren en funcionamiento deberán cerrarse y desmantelarse (cuidando de reciclar sus elementos tanto como sea posible) al final de su vida útil, sin prolongar esta en ningún caso.
  • En la nueva planificación se tendrá en cuenta el aumento del consumo que supondrán los vehículos eléctricos, pero a la vez se emplearán como almacenamiento distribuido de energía. La potencia de base será hidroeléctrica y se instalarán centrales reversibles (o se modificarán las existentes para hacerlas reversibles) donde sea posible. 
  • Las redes mundiales de electricidad estarán tan interconectadas como sea económicamente viable, de modo que, en un determinado momento, una sequía en Europa pueda compensarse con el sol del Sahara, mientras que en un episodio de polvo africano (que disminuye la producción fotovoltaica), los embalses de Escandinavia puedan ayudar a Oriente Medio.
  • A partir de 2030 solo se podrán fabricar aeronaves de hidrógeno o eléctricas a baterías, y a partir de 2050 se prohibirá volar a cualesquiera otras. Esto quiere decir que hay que empezar ya la investigación en todos los ámbitos necesarios para llevar a cabo este cambio tecnológico. Será mayor que el cambio del avión de hélice al reactor.
  • Lo mismo con los barcos: a partir de 2030 solo se podrán fabricar buques propulsados por  hidrógeno, eléctricos a baterías, solares o impulsados por el viento, y a partir de 2050 se prohibirá navegar a cualesquiera otros.
  • Se restringirá el uso del cemento para la edificación residencial a lo estrictamente necesario, favoreciendo, en cambio, la construcción con productos forestales.
  • A partir de 2030 se prohibirá la instalación de calderas de calefacción de carbón, gasóleo, fuelóleo o gas natural. Para 2050 cualquier sistema de calefacción que emita gases de efecto invernadero se deberá haber sustituido por bombas de calor, geotermia o biomasa.
No soy favorable a ninguna de las propuestas de geoingeniería que se están estudiando (por ejemplo, sembrar el mar con polvo de hierro para favorecer el crecimiento de plancton, que fije carbono de la atmósfera). Por el momento, ninguna de ellas ha demostrado ser eficaz y carecer de peligrosos efectos secundarios. Pero por supuesto estoy a favor de que se siga investigando, y que incluso se haga alguna prueba de campo, siempre a escala limitada y midiendo extremadamente bien beneficios y perjuicios.

29 comentarios:

  1. El planeta necesita medidas firmes y rápidas. Ya se ha parcheado demasiado.El tiempo se agota. Lo ha dejado bien claro la ONU, que se expresó a principios de mes por boca del IPCC, Panel Intergubernamental Para el Cambio Climático, formado por 830 científicos de la comunidad internacional: hay que recortar emisiones de gases efecto invernadero entre un 40 % y un 70 % para el año 2050. Para finales de siglo, las emisiones deberán ser cero. Si no, los efectos serán graves —y aquí los científicos analizan toda una panoplia de escenarios posibles— para el medio ambiente, la seguridad alimentaria y la pobreza.

    “Todavía hay tiempo, aunque muy poco tiempo”. Así se expresó en la presentación del informe en Copenhague, el pasado 2 de noviembre, Rajendra Pachauri, presidente del IPCC.

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  2. Si el calentamiento sigue al ritmo actual, las noches de 2050, entre las 22.00 horas y las 8.00 horas se darán temperaturas de más de 40 grados con una mínima de 29.

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  3. La red mundial de transporte de mercancías (camiones, trenes y barcos) emite casi la mitad del CO2. Es sumamente ineficiente. Organizarla como Internet aumentaría grandemente su eficiencia. Para ello es necesario diseñar un contenedor universal y agrupar más los flujos.

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  4. Es sorprendente leer acerca de programas de investigación que parecen interesados en destinar ingentes recursos de la lucha contra el cambio climático para intentar probar proyectos que parecen peligrosas agresiones a la naturaleza. Por ejemplo, influir artificialmente sobre la climatología, una investigación de la que desconocemos totalmente sus consecuencias. En realidad, para combatir el cambio climático hay que utilizar las armas que ya tenemos, y hay que hacerlo con urgencia porque el cambio climático ya ha comenzado. Los episodios extremos del clima se han acelerado, las aguas del mar ya se están elevando y los hielos se funden a velocidades imprevistas. Aún no hemos conseguido frenar el aumento de la temperatura, que se acerca al punto de no retorno.

    Nuestra situación en estos momentos es la de un tsunami en que el mar se ha retirado fuera de nuestra vista, y nosotros seguimos jugando en la playa. Nuestros esfuerzos, y los de todo el planeta, ante este desastre anunciado no parece que deban consistir en barajar hipotéticos y millonarios planes de incierto resultado, sino en poner en marcha las soluciones que ya conocemos: la mitigación de los gases contaminantes y la adaptación de la gran industria, agricultura, turismo y nuestro modo de vida a una economía saludable y sostenible que no ataque a la naturaleza.

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  5. Consiste básicamente en derechos de propiedad colectivos de los bienes comunales (agua de los océanos, aire, bosques...). Se crearía un conjunto de instituciones que los administraran, que estarían regidas por los siguientes principios:

    - Deja suficiente y en buen estado
    - Da prioridad a las nuevas generaciones
    - Cuantos más propietarios, mejor
    - Una persona, una participación

    Estas instituciones venderían, por ejemplo, derechos a contaminar. Tendrían el propósito, no de maximizar el beneficio, sino de preservar el ecosistema. Los ingresos obtenidos por ellas se repartirían entre dividendos a sus participantes (todos los ciudadanos por igual) y acciones de reparación de la naturaleza.

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  6. Veinticinco organizaciones periodísticas de todo el mundo, lideradas por EL PAÍS y The Guardian, han creado una nueva red de editores para colaborar en su cobertura del cambio climático. proporcionará un sistema de intercambio de artículos relacionados con el cambio climático de forma gratuita durante el período previo a la la Cumbre de Cambio Climático de la ONU (COP 21). Cada medio de comunicación podrá publicar el material sin tener que preocuparse de los derechos de publicación.

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  7. El ganado es una fuente importante de gases de efecto invernadero. De forma natural, al digerir los vegetales de los que se alimentan, su intestino produce metano. Y no poco. Además, 1 kilo de metano (CH4) tiene tanto efecto como 23 kilos de dióxido de carbono (CO2). Para producir un kilo de carne de ternera se emite a la atmósfera el equivalente a 34,6 kilos de CO2. Para producir uno de pollo solo se emiten 4,57 kilos.

    Es por tanto necesario estabular a los animales que criamos por su carne y por su leche en establos herméticos, con entrada de aire por bombas y una salida a través del techo especialmente diseñada para recoger el metano generado por sus intestinos. El estiércol que produzcan también debe ser manejado en entornos cerrados (no al aire libre) y recoger (y, evidentemente, aprovechar para usos energéticos) el metano que se produce en su degradación.

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  8. "Nos comprometemos a poner nuestra parte para lograr una economía sin carbono a largo plazo, incluyendo el desarrollo de tecnologías innovadoras que contribuyan a la transformación de los sectores energéticos en 2050”, afirman los líderes en un comunicado firmado el 8 de junio de 2015.

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  9. La acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera sigue creciendo y en 2014 marcó un nuevo récord. El dióxido de carbono (CO2) —que desde la era preindustrial ha crecido un 143%— se sitúa casi en las 400 partes por millón, según la Organización Meteorológica Mundial. Con el metano (CH4) y el dióxido de nitrógeno (N2O) ocurre lo mismo: han aumentado un 254% y un 121% respecto a 1750.

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  10. Para el año 2100 las previsiones son desoladoras: si se continúa con el ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura media global aumentará entre 3,7 y 4,8 grados respecto a los niveles preindustriales. Habrá más desastres naturales, y de mayor intensidad: ciclones, inundaciones, sequías...

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  11. La Agencia Internacional de la Energía ha estimado en 854.000 millones de dólares anuales, entre 2015 y 2030, la inversión “verde” necesaria para evitar que la temperatura de la Tierra suba más de 2 grados. El
    60% de este monto sería para mejorar la eficacia energética en el transporte, la vivienda y la industria, y el 40% para reducir las emisiones de CO2 en la generación eléctrica.

    Las principales dificultades no son técnicas, sino de financiación. Orientar el ahorro hacia este tipo de inversión podría hacerse a través de tres tipos
    de medidas:
    - bajando el coste de las técnicas que producen poco carbono (eólicas,
    solares);
    - financiando las inversiones a través de los Estados (tipo plan Juncker); y
    - penalizando la producción de carbono.

    La AIE insiste en que, sin en esta última premisa, la inversión en “energía verde nunca será rentable”. También se podrían estimular las actitudes positivas, estableciendo “certificados carbono”, un tipo de “moneda verde” garantizada por los Bancos Centrales. Este mecanismo reemplazaría el procedimiento actual de subvenciones y créditos fiscales, que se ha mostrado ineficaz.

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  12. Aplicar una tasa o precio al dióxido de carbono de, al menos 50 dólares por tonelada, sería un primer paso en la buena dirección. Si no se actúa cuanto antes, se estima que, para 2100, la temperatura de la Tierra habrá aumentado 4,5 grados centígrados. Si continúan las políticas actuales, aumentará 3,6 grados, y si se actúa según lo decidido en la Cumbre de París, aumentará 2,7 grados.

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  13. El Ayuntamiento de Madrid tiene en marcha ya un plan para “renaturalizar la ciudad” con un presupuesto millonario. Prevé ampliar los parques de la capital; hacer plantaciones de árboles en la ribera del Manzanares (y adecuarla para usos recreativos); crear 22 huertos urbanos y una escuela municipal; dejar a los vecinos los solares públicos baldíos para crear jardines comunitarios; cubrir las fachadas y las azoteas de verde; ajardinar las plazas duras y añadir láminas de agua.

    Las cubiertas ajardinadas y los jardines y bosques urbanos reducen hasta un 14% el gasto energético de los edificios en verano; según el Ayuntamiento, se ha documentado una caída de hasta cuatro grados y medio de temperatura en las zonas de Madrid dónde se han llevado a cabo experiencias piloto.

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  14. Las cubiertas ajardinadas contrarrestan la pérdida constante y continua de espacios naturales en las ciudades y dan un uso a millones de metros cuadrados desaprovechados. Los beneficios que aportan al medio ambiente y a los propietarios de la finca son:

    - Cumplen la función de aislamiento térmico [la cubierta no supera los 35 grados en verano],

    - Alargan la vida de la impermeabilización

    - Retienen gran parte del agua de las precipitaciones

    - Minimizan la contaminación atmosférica y acústica

    - Reducen el efecto "isla de calor"

    Una ciudad como Stuttgart (Alemania) ha logrado bajar de dos a tres grados su temperatura media en verano. Claro que en algunas urbes del país a los propietarios se les hace un descuento en la factura del agua —porque el 50% de la lluvia que cae queda en las cubiertas y pueden hacer tuberías más pequeñas—. En otras, a los promotores se les gratifica con 50 metros cuadrados de edificación.

    Este elemento puede revalorizar un inmueble hasta en un 12%.

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  15. El proyecto Ares (Advanced Rail Energy Storage) trata de resolver el almacenamiento de energía eléctrica de forma eficiente, simple y relativamente barata. Al menos en comparación con el coste y la complejidad que suponen las baterías eléctricas.

    Consiste, básicamente, en hacer que un tren recorra unos 8 kilómetros de vía subiendo y bajando una colina.

    Los vagones del Ares circulan individualmente. Van cargados con cientos de toneladas de roca y hormigón. Cuando los paneles solares y los aerogeneradores cercanos producen más electricidad de la necesaria, los vagones toman esa energía para impulsarse cuesta arriba.

    Una vez llegan arriba las vagonetas queda allí aparcadas. La energía dedicada a elevar las vagonetas evita la sobrecarga de la red eléctrica. Más tarde, cuando sea necesario, cuando la red eléctrica necesite esa energía, las vagonetas bajarán desde lo alto de la colina. Al circular en sentido contrario, los motores eléctricos de las vagonetas funcionan como generadores eléctricos de dos megavatios de potencia cada uno.

    En total, el sistema Ares puede generar hasta 200 megavatios, aunque esto depende del número de vagones y de su configuración. Estos 200 megavatios es una cantidad pequeña en comparación con la capacidad de producción de una central eléctrica moderna, pero grande si se compara con lo que sería posible almacenar en baterías con un coste equivalente. Además, a diferencia de lo que sucede con las baterías, este tipo de almacenamiento no tiene perdidas de energía mientras permanece en espera y su “esperanza de vida” es de medio siglo o más.

    Este mismo principio de aprovechar la fuerza de la gravedad también se aplica desde hace tiempo en algunas centrales hidroeléctricas que bombean agua hacia la presa cuando hay exceso de electricidad generada, para dejarla caer después, cuando la red necesita más electricidad. Un método que tiene una eficiencia similar a la del sistema Ares, un 80% de recuperación entre la energía invertida y la energía recuperada. La ventaja de usar trenes es que el sistema funciona siempre, aunque no haya agua o cuando es escasa como, por ejemplo, en épocas de sequía.

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  16. La Captura y el Confinamiento del Carbono (CCS por sus siglas en inglés) no prospera por su coste, la debilidad de las políticas climáticas, la caída de los precios del crudo y el rechazo de los ecologistas. Podría suponer alrededor del 13% de la reducción de las emisiones de CO2 que será necesaria hasta 2050. Ese año, concretamente, deberían atraparse unos 6.000 millones de toneladas anuales.

    En 2015 hay 15 proyectos de gran escala operando en todo el mundo, que capturaron 28 millones de toneladas de CO2 en 2015. Además hay siete proyectos que empezarán a operar antes de que acabe 2017 y otros 23 en diferentes fases de desarrollo.

    Pero en generación térmica, para obtener rentabilidad, el precio del CO2 debe estar entre los 40 y los 100 dólares por tonelada, cuando en la actualidad el mercado europeo ronda los seis euros por tonelada.

    Otro escollo es la reducción del precio del petróleo. La principal aplicación comercial del confinamiento es la estimulación de yacimientos maduros de petróleo y gas: el CO2 se inyecta en los pozos para extraer más hidrocarburos. Sin embargo, con los precios actuales del crudo las cuentas no suelen salir, razón por la que docenas de proyectos se han cancelado.

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  17. 1. Aprobar una ley de cambio climático y transición energética.

    2. Reactivar el Plan de Fomento de las Energías Renovables.

    3. Dotar de financiación adecuada al Plan Nacional de Adaptación al cambio climático.

    4. Definir objetivos ambiciosos con medidas claras para cada uno de los sectores difusos y dotarlos de financiación suficiente.

    5. Elaboración de una metodología clara de contabilización de emisiones.

    6. Establecer por ley la recogida selectiva obligatoria de la fracción orgánica de los residuos para producir compost de calidad y reducir las emisiones de metano en vertederos.

    7. Respecto de los sumideros, la biomasa y la bioenergía forestal se debe garantizar que las medidas de compensación vayan dirigidas a la restauración de zonas degradadas.

    8. Aprobación de una ley de movilidad sostenible.

    9. Reorientar las inversiones previstas en nuevas infraestructuras viarias de alta capacidad hacia las de los modos más sostenibles y que generen menos emisiones,como el ferrocarril.

    10. Apoyo e implementación de los estándares europeos cada vez más ambiciosos y vinculantes sobre la eficiencia energética de los vehículos.

    11. Priorizar la electrificación del transporte privado, público y de mercancías.

    12. Asegurar la implementación del Reglamento Europeo Nº 517/2014 sobre gases fluorados.

    13. Aprobación de una reforma fiscal que tenga en cuenta criterios sociales y ambientales al establecer gravámenes.

    14. Desarrollar el Plan de Activación socioeconómica del sector forestal.

    15. Los destinatarios de la financiación climática deben ser las personas más afectadas por el cambio climático, que son las comunidades más empobrecidas.

    16. Los derechos humanos, de la mujer, de los pueblos indígenas y de las minorías tienen que ser un elemento central en todos los planes y políticas.

    17. Deben aplicarse las directrices del Consejo de Europa sobre protección de los defensores de derechos humanos.

    18. Promover a nivel internacional un mayor desarrollo normativo y reconocimiento jurídico de las personas migrantes y refugiadas por causas relacionadas con el cambio climático así como mecanismos de protección, compensación y reubicación suficientes y adecuados.

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  18. La alemana Siemens ha puesto a punto una tecnología, denominada Silyzer, que genera eficientemente hidrógeno comprimido a partir de agua y electricidad. Ha instalado plantas en La Manche (Francia) y Mainz (Alemania). Ambos proyectos han supuesto una inversión de unos 17 millones de euros.

    Se emplea un electrolizador con tecnología PEM (Proton Exchange Membrane, membrana de intercambio de protones). Cuando la planta de energía renovable (por ejemplo, eólica) produce más de lo que demanda la red, el exceso se almacena en forma de hidrógeno. Y cuando produce menos, el hidrógeno se combina con oxígeno para generar electricidad.

    El hidrógeno generado (H2) puede combinarse con dióxido de carbono (CO2) tomado del aire para producir metano (CH4) e inyectarlo en la red de gas natural.

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  19. Si no se hacen más esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la meta propuesta en ese acuerdo (que el aumento de la temperatura global se quede por debajo de los dos grados centígrados a final de siglo) se incumplirá ya en 2050. Es la conclusión del análisis presentado este jueves y realizado por siete expertos, encabezados por el físico Robert Watson, expresidente del panel de la ONU sobre cambio climático.

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  20. La gran guerra que los diferentes pueblos del planeta deben sin demora librar no va a ser de unos contra otros, sino unidos para vencer al cambio climático que nos amenaza a todos sin excepción. Esto obliga a redirigir los equivocados presupuestos de defensa actuales hacia otros acordes a la gran amenaza. En efecto, los inútiles cañones y las ojivas nucleares deben dejar paso a potentes aerogeneradores, centrales solares de concentración, instalaciones maremotrices estratégicas y otras energías alternativas que conformarían el grueso del armamento pesado. Para armar al gran ejército verde con armas ligeras requeriríamos, entre otras cosas, bicicletas, vehículos eléctricos, placas solares para el autoconsumo, baterías de almacenamiento energético en los hogares y billones de árboles para iniciar la reconquista.— Martí Gassiot

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  21. El 17 de enero de 2018 el Parlamento Europeo aprobó que las energías renovables alcancen como mínimo una cuota del 35 % en 2030 y que la eficiencia energética se incremente otro 35 % hasta ese año, en ambos casos con carácter vinculante.

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  22. Un sistema de velas rígidas, con despliegue y repliegue automáticos, sin necesidad de conocimientos ni habilidades especiales de la tripulación, permite ahorros de combustible que pueden superar el 40 %, dependiendo de la ruta y el buque, sin modificar ni las rutas existentes ni los tiempos de tránsito. Son adaptables a buques ya existentes y también se pueden diseñar fácilmente nuevos buques para que las lleven.

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  23. Cuando hablamos de cambio climático lo primero que se nos dispara es la idea de veranos cada vez más cálidos y eventos extremos cada vez más frecuentes. Estos procesos tienen un efecto directo sobre el consumo de energía, el gasto en infraestructuras, etc. Sin embargo, estamos obviando un efecto del cambio climático que también tiene gran repercusión económica: su efecto sobre la salud.

    Según datos de la OMS, las variaciones climáticas intensas están detrás del aumento de la mortalidad por enfermedades cardíacas y respiratorias. Un aumento de la temperatura global modifica la cantidad y distribución del polen y aumentan los procesos de asma. Además, estos cambios en el clima modifican el rango de distribución de vectores de enfermedades infecciosas.

    Ante esta evidencia, investigadores del Basque Center for Climate Change (BC3) han comparado el gasto sanitario relacionado con el cambio climático y la inversión en medidas de mitigación. Lo primero que han encontrado es que tomar medidas para frenar los efectos del cambio climático genera beneficios directos en las cuentas sanitarias, especialmente en países como India y China. Además, se ha observado que cumplir con el objetivo del acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5ºC sobre los niveles pre-industriales generaría un ahorro de entre 2,5 y 8 billones de dólares en estos mismos países.

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  24. ¿Por qué nos quedamos de brazos cruzados cuando nos avisan de que los polos se están derritiendo y que nuestras ciudades costeras pronto quedarán bañadas en agua? ¿Cuántas veces más nos tendrán que repetir que las catástrofes medioambientales están aumentando a un ritmo vertiginoso? ¿Por qué da la sensación de que no nos importa que un tercio de las obras que son patrimonio de la humanidad vayan a desaparecer en los próximos años? ¿Y qué hay de las muchas especies de toda clase que están desapareciendo? Reaccionemos. Hay que salvar a este planeta que tanto nos ha dado y al que tanto le estamos quitando. Evitemos el calentamiento global.

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  25. La compañía automovilística Mitsubishi, junto con el grupo energético Engie y el fabricante de herramientas eléctricas Hitachi, participan en un proyecto para explorar el potencial de los vehículos eléctricos para actuar como un medio de almacenamiento de energía renovable. Mediante el uso del cargador V2X de Hitachi que está conectado al suministro de energía del edificio, cuando el inmueble está generando más energía solar de la que necesita, el exceso se almacena en la batería del automóvil eléctrico. Esta energía puede ser descargada nuevamente a la red cuando sea necesaria en el edificio.

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  26. El Panel Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático del año pasado dejó muy claros los enormes peligros de que el calentamiento global sobrepase 1,5 grados centígrados. Si queremos evitarlo, las emisiones deben disminuir a toda velocidad, para que, cuando nosotros tengamos entre 20 y 30 años, podamos vivir en un mundo transformado. Si los que ahora ocupan el poder no actúan, será nuestra generación la que sufrirá las consecuencias. Los que hoy tenemos menos de 20 años quizá vivamos en 2080, y tendremos que afrontar un mundo que se ha calentado en 4 grados. Los efectos de ese calentamiento serían desastrosos.

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  27. Primero, Europa debe convertirse en una economía neutra en cuanto a emisiones de carbono para el año 2050.

    Segundo, Europa debe tomar la delantera en el uso responsable de los recursos y convertirse en una economía verdaderamente circular que minimice los desechos.

    Tercero, debemos esforzarnos más por proteger la biodiversidad. Necesitamos fortalecer la legislación de la UE sobre la protección de las especies, así como implementar un plan ambicioso para la economía azul y la preservación de nuestros mares. Y debemos lanzar un verdadero debate con nuestros agricultores -y no contra ellos-, así como revisar nuestros estándares y modernizar la Política Agrícola Común para acompañar esta transición verde.

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  28. El paso fundamental que hay que dar es un aumento masivo de la generación de energía a partir de fuentes renovables, sobre todo la eólica y la solar. Para algunos usos finales de la energía, por ejemplo en motores de autos y calefactores hogareños, se consumirá electricidad directamente; en otros (en industria, navegación, aviación y transporte en camión) se usarán combustibles limpios, producidos mediante la electricidad de fuentes renovables. Algunos de los combustibles con emisión neta nula incluyen el hidrógeno, fluidos sintéticos y el metano sintético.

    Los Gobiernos nacionales deben elaborar informes técnicos de la capacidad de sus países para poner fin a las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a mediados de siglo. Y empresas y bancos deben examinar con urgencia los fuertes argumentos tecnológicos para la adopción de sistemas energéticos y alimentarios no contaminantes y seguros.

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  29. 1. Medidas de eficiencia y ahorro energético.

    2. Sustitución de combustibles líquidos por gas natural, que emite menos CO2.

    3. Cogeneraciones hibridadas con fotovoltaica y almacenamiento en baterías.

    4. Calentamiento por electrificación directa.

    5. Empleo de energía generada y almacenada, en la modalidad "Power-to Heat". Se recurre a excedentes de producción eléctrica renovable para generar calor, que primero es almacenado, y luego vuelto a transformar en energía, cuando hace falta esta.

    6. Empleo de bombas de calor para aprovechar calores residuales de bajo nivel térmico que a día de hoy son mayoritariamente disipados.

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