domingo, 25 de mayo de 2014

Reducir los accidentes de tráfico

España ha reducido las víctimas mortales en accidentes de tráfico de las 5347 en 2002 (cifra de Eurostat) hasta las 1903 de 2012 (cifra de la DGT). Un 64%. La tercera mayor reducción de los 18 países para los que Eurostat da cifras de 2002 y 2012 (es una vergüenza que a 25 de mayo de 2014 no estén disponibles las cifras de 2013 y que falten tantos datos de años anteriores). El esfuerzo ha sido enorme y digno de los mayores elogios. Pero todavía es posible disminuir más este fatídico número.


Investigadores noruegos recomiendan diez medidas adicionales:

1. Reducción de los límites de alcoholemia: En Suecia y Noruega el límite legal de alcoholemia es de 0,2 gramos por litro de alcohol en sangre, mientras que en España, para los conductores normales, todavía es del 0,5.

2. Restricciones a conductores condenados por conducir con exceso el alcohol: varios estudios han analizado el efecto de los alcolock, dispositivos que condicionan el funcionamiento del vehículo a la comprobación previa de que el conductor no ha ingerido alcohol. Todos concluyen que son efectivos. Es necesario obligar a que los conductores sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol los instalen en sus vehículos y los mantengan operativos. Para ellos, conducir un vehículo sin este dispositivo operativo debería suponer la retirada definitiva del permiso.

3. Sanciones más duras por exceso de velocidad combinadas con más controles de velocidad y con la obligación para los conductores sancionados de instalar en sus vehículos limitadores de velocidad, con el mismo régimen que para los alcolock.

4. [no estoy de acuerdo en bajar de 18 a 16 años la edad para comenzar las prácticas de conducción]

5. Educación vial en las escuelas: La formación de los niños sobre cuál es el modo correcto de cruzar una vía “parece reducir el número de accidentes que se producen” por atropello, especialmente entre los niños de 9 y 12 años, según un estudio norteamericano.

6. Inspecciones a pie de carretera: según dos estudios estadounidenses que comparan la siniestralidad entre Estados que realizan inspecciones a pie de carretera y los que no, la tasa de fallecidos es un 15% menor en los primeros.

7. Mejoras en las infraestructuras: los carriles bicis, la sustitución de cruces por rotondas, la construcción de circunvalaciones en las ciudades y de intersecciones a distinto nivel contribuyen a reducir los accidentes mortales y sus beneficios superan ampliamente sus costes.

8. Luces de conducción diurna: Canadá, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Noruega y Hungría obligan a llevar siempre encendidas al menos las luces cortas cuando se conduce un vehículo a motor de día. Los estudios realizados en estos países sobre los efectos de la medida concluyen que los accidentes con varios vehículos implicados durante el día se redujeron en un 6%.

9. Notificación automática de accidentes: los sistemas de e-Call se utilizan para detectar que el coche en el que están instalados ha sufrido un accidente. El dispositivo envía a una central de servicios de emergencia la localización del vehículo accidentado con el fin de reducir los tiempos de reacción y evitar así que una lesión grave cause una discapacidad o la muerte. Dos estudios estadounidenses y uno finlandés indican que la medida es efectiva, especialmente cuando el siniestro ocurre por la noche o en áreas rurales y con un solo vehículo implicado, aunque su eficacia total depende del tiempo de respuesta de los servicios de emergencia.

10.Corrección de señales erróneas: un estudio realizado en Noruega detectó hasta un 60% de señales que estaban mal ubicadas, mal diseñadas, que eran difíciles de ver o que estaban instaladas junto a otras muchas señales de forma que dificultaban al conductor su interpretación correcta. Según la investigación, si las señales cumplen los requisitos de calidad, los accidentes con víctimas se reducen en un 15% y los siniestros que solo provocan daños materiales, en un 7%.

Personalmente creo que, además, debe promoverse la instalación de limitadores automáticos de velocidad en los vehículos. En principio, fijos a 120 kilómetros por hora (y renunciar a incrementar este límite, incluso en autopistas y autovías). Después, progresivamente, se deberían ir implantando puntos de transmisión de velocidad límite en las principales vías (especialmente en los puntos de alta siniestralidad), y que esa velocidad límite fuera variable con las condiciones del momento (ejemplo: en una autopista, 120 en condiciones normales, 100 por la noche y 80 si hay niebla).

lunes, 5 de mayo de 2014

La reforma fiscal

Unos pocos números: el déficit del Estado español ha sido en 2013 del 6,62% del PIB, que asciende a un billón de euros. En los próximos años creceremos poco: 1,2% en 2014 y 1,7% en 2015 (Banco de España, marzo de 2014). Tenemos que reducir el déficit al 3% y, a la vez ir reduciendo la deuda, que en 2013 alcanzó la bestialidad del 94%, al 60%, mientras, también simultáneamente (¿alguien dijo que gobernar era fácil?) disminuimos el paro desde los insoportables niveles actuales del 26% hasta que quede por debajo del 8% (no es una utopía; en 2007 llegó al 7,95%).

Esto quiere decir que cada año Hacienda necesita recaudar 46.200 millones de euros más (3,62% del PIB de un billón para bajar del 6,62 al 3% y un 1% suplementario, por decir algo, para ir reduciendo la deuda). ¿De dónde se sacan sin cargarse la economía?

La Comisión Lagares (los expertos que han redactado la propuesta de reforma fiscal) propone subir IVA y bajar los tipos de Renta y Sociedades, pero eliminando casi todas las deducciones. También propone que desaparezca Patrimonio y se incrementen IBI y Sucesiones y Donaciones.

Respecto a estas propuestas, suscribo las palabras de Julio Ransés Pérez Boga, Presidente de Inspectores de Hacienda: "No estoy de acuerdo con las propuestas relativas a eliminar Impuesto sobre el Patrimonio, que además de someter a gravamen a los más acaudalados y generar una justa recaudación, tenía una importante función censal muy apreciada por Hacienda para comprobar otros impuestos."

Y también las de Carlos Díez, economista de Intermoney: "La propuesta de reforma fiscal coordinada por Manuel Lagares ha tenido numerosas críticas hasta del Gobierno que se la encargó. La principal es que sería la reforma más regresiva de la democracia ya que bajaría los impuestos al 1% de la población más rica y nos lo subiría al resto, especialmente a los más pobres con la subida del IVA en alimentos del 10% al 21%." [...] "Hay que eliminar las desgravaciones del IRPF y del impuesto de sociedades. Nuestros tipos impositivos son los más altos de Europa pero se aplican sobre las bases más bajas de la OCDE. Las desgravaciones son un lujo que España tras una depresión no se puede permitir. Además son extremadamente regresivas ya que benefician principalmente a las rentas altas y a las grandes empresas."

En lo que sí estoy plenamente de acuerdo es en "crear un gran sistema informático que cruce los datos bancarios de los contribuyentes con los registros de Tráfico y registradores y notarios para que la Agencia Tributaria disponga de mejores herramientas para luchar contra el fraude.". No se trata de crear un monstruo informático, sino de cambiar los sistemas existentes en Tráfico y los Registros de la Propiedad y Mercantil para que aplicaciones de Hacienda efectúen búsquedas diarias automáticas, hallen los contribuyentes con cuyo NIF están registradas un número de propiedades, empresas o vehículos no esperables de sus ingresos, y proporcionen esos resultados a los inspectores. Esto ni es caro ni es complicado, solo requiere una fuerte coordinación de todos los responsables.

Joaquín Estefanía aclara cómo se pueden recaudar los 46.200 millones de euros que faltan cada año:

Que quien más tiene y más gana no es quien más paga no se debe sólo al fraude fiscal. Está causado también por los intersticios del sistema en forma de bonificaciones, deducciones, vías de elusión legales, etcétera, existentes después de un parcheo continuo e incoherente de los gravámenes, en una vorágine normativa en la que han entrado las tres administraciones que tienen competencias impositivas: la central, la autonómica y la municipal. Según el informe citado, en los Presupuestos de 2014 las exenciones al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), Valor añadido (IVA) y Sociedades superan los 35.000 millones de euros.

Caso aparte es el del fraude, que algunos estiman en unos 90.000 millones de euros (casi el 9% del PIB). Un cálculo elaborado por el Círculo de Empresarios lo cifraba en 70.000 millones, desarrollados del siguiente modo: si entre el 20% y el 25% del PIB es economía sumergida, el PIB ha superado el billón de euros y la presión fiscal media se sitúa entre el 30% y el 36%, el importe de las cuotas no ingresadas cada año puede superar los 70.000 millones. Para que la reforma fiscal funcione, además de tener una normativa clara y justa, se precisa una administración tributaria eficaz, que detecte y sancione. Según datos de la OCDE, España tiene un empleado de esa administración por cada 1.928 ciudadanos, frente a los 860 de Francia, 729 de Alemania, 862 del Reino Unido, o 697 de los Países Bajos. Nuestro país dedica alrededor del 0,1% de su PIB a la gestión fiscal frente al 0,5% de otros países importantes europeos. No se trata sólo de más recursos sino de garantizar la independencia de la administración tributaria puesta en tela de juicio en los últimos meses. Quizá sería interesante estudia la posibilidad de convertir la Agencia Tributaria en una agencia independiente de los gobiernos de turno.


Conclusión: no hace falta subir el IVA (y mejor no hacerlo, porque subirlo en 2012 del 18 al 21% retrajo el consumo e incrementó el paro) ni bajar las cotizaciones sociales (el paro hace que se recaude bastante menos y que se esté mermando la "hucha" de las pensiones). Lo que hay que hacer es eliminar TODAS las exenciones y deducciones, tanto en Renta como en Sociedades, eliminar los módulos y la estimación objetiva, y combatir eficazmente el fraude.