Aunque no hay una definición establecida sobre lo que es un paraíso fiscal, es necesario hacer algo contra estos territorios (no solo Bermudas o las islas Caimán, sino estados norteamericanos como Delaware o la ciudad de Londres) que permiten a empresas y particulares eludir el pago de buena parte de sus impuestos.
La forma más sencilla es la comunicación inmediata a la hacienda nacional: una entidad financiera debería comunicar inmediatamente a la hacienda nacional que una persona ha abierto una cuenta. Si un ciudadano norteamericano abre una cuenta en la sucursal de la Isla de Man de un banco belga, este banco informa en el acto a la hacienda estadounidense de la apertura, y anualmente de los rendimientos que tenga, para que la hacienda estadounidense le pueda aplicar los correspondientes impuestos. A los bancos que no informen así se les impediría operar.
Para las empresas la cosa es más complicada. Podría aplicarse un impuesto indirecto suplementario a los productos de las empresas con sucursales en un paraíso fiscal. Por ejemplo, quien hiciera un contrato con Google, que a través de la canalización de sus beneficios por estos territorios acaba pagando ¡un 2,4%!, en lugar de un IVA del 18% pagaría un 20%.
Mete "Lo que hay que hacer" en Google y mira qué te sale: enlaces a un libro "Lo que hay que hacer con urgencia" del que las primeras páginas no están disponibles para descargar. Y mientras, tu ciudad, tu país, tu planeta bullen de problemas a los que no se pone remedio adecuado, cuando existen soluciones para todos. Escribo este blog desde Madrid, España, la Tierra, para unir mi voz a los que proponen estas soluciones y presionan para que se apliquen.
Imaginen un pequeño país en una isla caribeña o en mitad de las montañas que decide legalizar los servidores de Internet piratas y hace del secreto digital su principal negocio. Imaginen que ese país rechaza los convenios sobre copyright y permite que florezcan los megauploads para beneficio propio a costa de Hollywood o de Apple. ¿Cuánto tardaría la comunidad internacional en imponer duras sanciones, incluso embargos comerciales? ¿Permitirían Estados Unidos y la Unión Europea que esa cueva de ladrones estuviese conectada al resto de Internet? ¿Tolerarían los países ricos que los megauploads montasen honradas sucursales para captar clientes en su propio suelo?
ResponderEliminarCambien en la hipótesis “secreto digital” por “secreto bancario”, “servidores piratas” por “bancos offshore”, “Internet” por “sistema financiero”. Cambien “Hollywood y Apple” por “los ciudadanos”. Cambien al FBI que detuvo al excéntrico Kim Dotcom en Nueva Zelanda por la resignada actitud con la que los gobiernos toleran los paraísos fiscales como si fuese un mal imposible de combatir, como un terremoto o una tormenta, como un castigo divino.
Si los paraísos fiscales existen, no es porque dios así lo quiso: es porque los gobiernos de los países ricos lo permiten. Si los gobiernos lo permiten, es porque interesa a las élites empresariales y financieras, en contra del 99% de los ciudadanos. Suiza, por ejemplo, limita al norte, al sur, al este y al oeste con la Unión Europea: la misma Europa que está escandalizada porque los griegos más ricos hayan movido 200.000 millones de euros hasta este paraíso fiscal. El dinero evadido equivale al 60% del PIB de Grecia: un 40% de toda su deuda pública. Evitarlo está en las manos de la UE. Es más fácil exprimir al resto de los griegos.
Un estudio sobre las empresas del Ibex 35 ha desvelado que antes que abrir sucursal en Toledo, que es una ciudad chulísima pese a las cuestas, nuestras multinacionales prefieren operar desde Bermudas, Caimán, Jersey y cualquier otro de los paraísos fiscales que se mantienen extrañamente activos, ignorantes de que el capitalismo se ha refundado y ya no existen. Las españolas son compañías de lo más prudentes y por eso ninguna ha facilitado información ni de las actividades que allí desarrollan ni de los impuestos que pagan en los países donde están asentadas. Son transparentes a la par que discretas, y ahí reside su encanto.
ResponderEliminarDado el patriotismo de nuestras firmas de mayor relumbrón, sería un insulto suponer que con su presencia en estos territorios pretenden escapar al fisco y no pasar por caja. Nada hay que no hicieran por nosotros estas entidades que, más que negocios, lo que hacen es país cuando se pasean por el mundo. Puede que estén en Bahamas, pero también estuvo allí Colón y nadie se escandaliza. Así que, conociendo el paño, lo lógico es interpretar que su expansión paradisíaca es pura internacionalización comercial. ¿Es pecado acaso exportar a la isla de Man?
Los países del G-20 firmaron en 2011 una convención para facilitar el intercambio automático de información tributaria entre ellos. Según refleja el comunicado final de la cumbre de Los Cabos, en junio de 2012, ahora abogan “con firmeza” porque “todas las jurisdicciones” —lo que incluye a los paraísos fiscales— firmen este convenio. Y encargan a la OCDE que evalúe la “eficacia de los intercambios de información” tributaria en la práctica.
ResponderEliminarTambién en el ámbito fiscal, los representantes de los países ricos y emergentes enfatizaron la necesidad de prevenir “la erosión de las bases impositivas” y “la planificación agresiva” de las empresas para evitar pagar impuestos.
El club de los países industrializados impulsa programas piloto en varios países para identificar estas prácticas agresivas en multinacionales, que aprovechan el privilegiado tratamiento tributario que se da en cada país a instrumentos societarios cuya motivación inicial es facilitar la captación de inversiones. Muchas multinacionales, como es el caso de Google o Exxon, mueven el dinero entre estos instrumentos societarios en distintos países para rebajar el pago de impuestos al mínimo, en un circuito que casi siempre incluye a jurisdicciones opacas.
En esas experiencias piloto, la OCDE refiere que se han conseguido notables incrementos de la recaudación (3.500 millones en EE UU, 1.500 millones en Italia) al poner límite a esas prácticas fiscales.
Leo la noticia de que Hacienda investigará a los que se han acogido a la amnistía fiscal, solo faltaría que no lo hiciera, con la que está cayendo.
ResponderEliminarEn primer lugar, me parece una discriminación hacia el resto de los contribuyentes que cuando unos individuos han desviado dinero hacia paraísos fiscales ahora además de no sancionarlos solo les aplica un 3% de IRPF cuando al resto, que tiene sus ahorros en entidades españolas y dentro de la legalidad, se les retiene un 21% de IRPF.
Es necesario que todos los países lleguen a un acuerdo para que desaparezcan estos paraísos fiscales, y que los organismos internacionales les presionen para que remitan a los Ministerios de Hacienda la información necesaria para que cada país pueda detectar las evasiones de capital.
Esta es una tarea que solo puede ser hecha a través de negociación política, ya que de no ser así vamos a continuar protegiendo a los mangantes y a los corruptos, y sancionando a los que cumplen con la ley.
El artista italiano Paolo Cirio ha puesto en Internet LoopHole4All (en español, atajos para todos) para ofrecer a todos la posibilidad de evadir impuestos con total impunidad. "Es una forma de denuncia y presión, para pedir más transparencia y leyes que impidan estas prácticas”, indica Cirio.
ResponderEliminarTras documentarse y darse cuenta de las contradicciones que rigen esta tierra sin ley, un especie de lejano oeste económico (tres de cada cuatro capitales de riesgo son registrados en las Caimán), Cirio ha hackeado la Cámara de Comercio de las islas, consiguiendo los listados de unas 250.000 sociedades.
Cirio ha abierto una sociedad en la City de Londres (“las empresas registradas en la ciudad financiera tienen un trato fiscal diferente al del resto de Londres”, precisa), que le permite vender a cualquier internauta por el precio testimonial de 99 céntimos, un certificado de la empresa escogida, para poder facturar en su nombre y demostrar que está sometido a la legislación fiscal de las Caimán.
Los países en desarrollo pierden cada año cerca 124.000 millones de dólares que van a parar a paraísos fiscales, afirma Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España).
ResponderEliminarUn análisis realizado por James Henry, ex economista de McKinsey Co y miembro de Oxfam, revela que al menos 6,2 billones de dólares de la riqueza procedente de los países en desarrollo se encuentran en manos de particulares en paraísos fiscales, privando a estos Estados de unos ingresos impositivos de entre 64.000 y los 124.000 millones de dólares. Si a esta cifra se añaden las cantidades que anualmente las empresas multinacionales sacan fuera de las fronteras de los países en los que operan (entre 200.000 y 300.000 millones de dólares), el montante es mucho mayor.
Esta escala de pérdidas supera con creces los 103.000 millones de dólares de ayuda al desarrollo que los países en más pobres reciben anualmente.
Intermón Oxfam pide una reforma de los paraísos fiscales y una reforma más amplia del sistema financiero para reducir la volatilidad de los capitales, incrementar la responsabilidad y dar a los países en desarrollo un papel más relevante en la gestión de la economía global. La organización también presiona a los líderes del G20 para que acuerden planes de rescate a los países más pobres –similares a los planes de rescate puestos en marcha para las entidades bancarias- para ayudarles a escapar de los efectos más devastadores de la crisis financiera global.
Chipre no será paraíso en sentido jurídico estricto. Pero limbo, lo que para entendernos llamaremos limbo, un lugar próximo al cielo pero menos exultante, lo es, y sobremanera. También lo es Luxemburgo, aunque ambos hayan salido de la lista gris de la OCDE.
ResponderEliminar¿Luxemburgo? Sí, el país-comarca más rico del mundo, con sus 200 bancos extranjeros, con bastante más que tres billones de euros de activos financieros extraterritoriales (off-shore) —de los 20 billones largos existentes en el mundo—, que gozan de un sistema fiscal supergeneroso. No tanto como con su antiguo régimen paradisiaco de los “hóldings 1929”, exentos de todo impuesto y retención. Pero, desde 2007, con unas SPF (societés de gestion de patrimoine familiale) que no pagan por renta, ni por patrimonio, ni por IVA, ni por asomo, salvo retenciones y una tasa de abono del 0,25%. Limbo.
Algún día quizá Luxemburgo, y Suiza, y las cloacas isleñas de la City londinense (y... Singapur) se contagien del mal chipriota. En parte ya lo incuban. Para que entonces no tenga que salir el contribuyente alemán ni el asturiano a rescatarlo, para que no paguen sus platos rotos los tenedores de depósitos bancarios no asegurados, hay una solución: dinamitar los cimientos de los limbos fiscales.
¿Cómo? Mediante una poderosa armonización fiscal, que complete por el lado de los ingresos el Tratado fiscal sobre el déficit excesivo, que implica el control de los gastos. O sea, armonizar los tipos impositivos y las bases imponibles en los impuestos sobre el capital; implantar horquillas mínimas para el IRPF; eliminar las excepciones al IVA; armonizar al alza el impuesto de sociedades; gravar los beneficios cosechados en cada limbo por las sociedades mercantiles no residentes; imponer una Tasa Tobin progresiva a los movimientos de capitales.
Una movida así no será coser y cantar. Los acuerdos fiscales en la UE requieren unanimidad. Los limbos y sus amigos tienen poder de veto. Y lo usan. De momento. Dinamitémoslo también. Pásalo.
Hace un par de años, el periodista Nicholas Shaxson publicó un libro fascinante y descorazonador titulado Treasure Islands (islas del tesoro), en el que explicaba la manera en que los paraísos fiscales internacionales —que también son, como el autor señalaba, “jurisdicciones con secreto bancario” en las que muchas reglas no se aplican— debilitan las economías en todo el mundo. No solo escamotean los ingresos a unos Gobiernos escasos de dinero y facilitan la corrupción, sino que distorsionan el movimiento de capital, lo que contribuye a alimentar crisis financieras cada vez más grandes.
ResponderEliminarDesdichadamente, la respuesta de Chipre a su crisis ha sido un absoluto desastre. Esto refleja, en parte, el hecho de que ya no tiene su propia divisa, lo que le hace depender de los responsables de tomar las decisiones en Bruselas y en Berlín, los cuales no han estado dispuestos a dejar que los bancos quiebren abiertamente.
Pero detengámonos un minuto para pensar en el increíble hecho de que los refugios fiscales como Chipre, las islas Caimán y muchos más sigan funcionando más o menos igual que antes de la crisis financiera mundial. Todo el mundo ha visto el daño que los banqueros fuera de control pueden infligir, pero así y todo, gran parte del negocio financiero mundial sigue canalizándose a través de jurisdicciones que permiten a los banqueros esquivar hasta las normativas más suaves que hemos establecido. Todo el mundo se lamenta por los déficits presupuestarios, pero a pesar de ello, las sociedades anónimas y los ricos siguen utilizando libremente los paraísos fiscales para evitar pagar impuestos como la gente de a pie.
Así que no lloren por Chipre; lloren por todos nosotros, que vivimos en un mundo cuyos líderes parecen decididos a no aprender de los desastres.
Los países miembros del G-20 tendrán listo en 2015 un sistema de intercambio automático de información sobre el pago de impuestos de las empresas para evitar el fraude fiscal. Así lo aseguró el 5 de septiembre de 2013 en San Petersburgo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. La Unión Europea encabeza los esfuerzos dentro del G-20 en la lucha contra la evasión fiscal.
ResponderEliminarLa lucha contra los paraísos fiscales y contra los búnkeres de los que se sirven las multinacionales para eludir impuestos ha registrado un notable triple avance en la cumbre del G20 celebrada en San Petersburgo.
ResponderEliminarPrimer logro: ha quedado consagrado el principio por el que las Haciendas de los distintos países se prestarán un “intercambio automático” de información.
La segunda conquista es la ratificación por los jefes de gobierno del acuerdo alcanzado el 20 de julio por sus ministros económicos para lanzar una ofensiva contra la ingeniería fiscal de las multinacionales que —cada vez más— trasladan sus beneficios a las jurisdicciones nacionales que los gravan menos, casi nada o nada.
El principio consiste en que los beneficios “sean sujetados al fisco donde se realizan las actividades generadoras de beneficios y donde se crea valor”. Para lograrlo, los Veinte han asumido las quince medidas del muy concreto Plan de acción elaborado por la OCDE. Esas medidas, que deberán adoptarse de aquí a final de 2015, incluyen, entre otras, la fiscalización de las empresas digitales; la limitación de las deducciones a la hora de establecer los precios de transferencia entre filiales; y la detección del uso fraudulento del movimiento de valores intangibles entre países para evitar al fisco.
El tercer logro es el cerrado apoyo a la OCDE (que se va convirtiendo, junto al FMI, en brazo ejecutor del grupo, que ha recuperado en Rusia al menos esta iniciativa parcial) en su proyecto de crear una red de “Inspectores de Hacienda sin Fronteras”
En total, más de medio centenar de administraciones tributarias de todo el mundo han firmado el acuerdo multilateral de la OCDE y el Consejo de Europa para permitir el intercambio automático de información, incluyendo todo tipo de cuentas bancarias, a partir de 2017. En el Viejo Continente, Suiza era el país que más se resistía, hasta hace unos días, cuando por fin anunció que firmaba el acuerdo, aunque su intercambio no será efectivo hasta 2018.
ResponderEliminarEsto no quiere decir que dejen de existir territorios fiscalmente ventajosos, "ya que cada país es soberano para regular su tributación", según explica Eduardo Gracia, socio director de Ashurst en España. Habrá lugares con baja o ninguna carga impositiva, pero ya ninguno opaco.
Ametic, la patronal española de la electrónica, las tecnologías de la información, las telecomunicaciones y los contenidos digitales, se ha mostrado partidaria de aplicar en el resto de Europa una tasa similar a la anunciada por el Gobierno británico para contrarrestar el problema de las compañías multinacionales que tributan en otros países por los beneficios que obtienen en Reino Unido, la conocida como “tasa Google”.
ResponderEliminarEn palabras de Benigno Lacort "vemos bien este tipo de medidas, ya que consideramos imprescindible que se reequilibre la situación", quien ha aclarado que es un problema que ya se está abordando en Europa aunque "lentamente".
El ministro británico de Finanzas, George Osborne, anunció el miércoles 3 de diciembre de 2014 la introducción de un nuevo impuesto que gravará en un 25% los beneficios generados por la actividad en territorio británico de las multinacionales que "artificialmente" los llevan fuera del país, y que popularmente ya se conoce como “tasa Google”.
La Unión Europea y el país helvético han llegado a un acuerdo para el intercambio automático de información sobre
ResponderEliminarlos ahorros, a partir de 2018: los Veintiocho recibirán anualmente los nombres, direcciones, números de identificación fiscal y fechas de nacimiento de sus residentes con cuentas bancarias en Suiza, así como otra información financiera y del balance en las cuentas. El Ejecutivo comunitario espera poder firmar antes de finales de año el mismo tipo
de convenios con Andorra, Mónaco, Liechtenstein y San Marino, con quienes negocia desde hace dos años.
Más de 300 destacados economistas de 30 países distintos han remitido una carta a los líderes mundiales advirtiéndoles de que no existe argumento económico que justifique la continuidad de los paraísos fiscales y urgiéndoles a acabar con la opacidad financiera que estos favorecen.
ResponderEliminarEntre ellos se incluyen Thomas Piketty, autor del exitoso 'El capital en el Siglo XXI', Angus Deaton, actual premio Nobel de Economía, y Nora Lustig, profesora de Economía Latinoamericana de la Universidad Tulane, así como influyentes expertos y asesores políticos como Jeff Sachs, director del Earth Institute de la Universidad de Columbia y asesor del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y Olivier Blanchard, anterior economista jefe del FMI.
El Parlamento aprobó el 20 de diciembre de 2016 la denominada 'tasa Google', consistente en gravar hasta con el 38,33 % -cinco puntos más que el vigente impuesto de sociedades- todo desvío de ganancias generadas en Francia.
ResponderEliminarEl Parlamento francés también ha incluido en sus presupuestos la llamada `tasa Youtube´. En este caso, para gravar con un 2 % la facturación de los anuncios que figuran en las plataformas de difusión de vídeos y películas. El impuesto asciende al 10 % si se difunden imágenes pornográficas o violentas.
Las invitaciones para ingresar en el club de los paraísos fiscales las ofrecen los grandes bancos mundiales, reputados despachos de asesoramiento legal y fiscal, y los despachos profesionales situados en estos territorios. El cliente encuentra en ellos especialistas que dan satisfacción a todas sus necesidades (fraude y blanqueo), incluido el traslado de dinero mediante transferencia bancaria y utilizando métodos en los que su titular no figura en ningún sitio. Algunos bancos exigen tener un mínimo de medio millón de euros para poder tener acceso a su sala vip (banca privada). Basta con hacer una llamada de teléfono y en tan solo un par de días, y con un coste inferior a 1.000 euros, el cliente dispone de los instrumentos adecuados (sociedad offshore y cuenta secreta) creados en uno de estos paraísos, a nombre de un testaferro.
ResponderEliminarSi además se tiene que sacar el dinero de España, un millón de euros, por ejemplo, basta con una llamada telefónica y un profesional va al domicilio del cliente, recoge el dinero, expide el resguardo del ingreso y, de inmediato, con la utilización de las nuevas tecnologías e internet, el dinero llega al paraíso.
Katarzyna Anna Bilicka (Universidad Estatal de Utah) y Shafik Hebous (Fondo Monetario Internacional) describen las cuatro principales estrategias de las multinacionales para pagar menos impuestos. Se trata de préstamos entre sociedades del mismo grupo, precios de transferencia, explotación de tratados sobre fiscalidad y localización de la propiedad intelectual en paraísos fiscales.
ResponderEliminarLos pasos que hay que dar de una vez por todas son armonizar la tributación en los países europeos, imponer de forma negociada tasas a las empresas que desvían sus beneficios a las zonas offshore y dotar a las instituciones, como la Comisión Europea, de recursos legales y ejecutivos para sancionar a las compañías que hurtan los impuestos debidos en cada nación.
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