En los primeros años del SXXI se está hablando mucho de ellos ante el gran encarecimiento de los combustibles fósiles (petróleo y sus derivados). Pero presentan múltiples problemas: se los acusa de aumentar los precios de los alimentos hasta ponerlos fuera del alcande de los países pobres, y de arrasar el medio ambiente en los países que los monocultivan.
La Asociación Europea de Bioindustrias ha fijado su posición sobre los biocombustibles:
- Debe desarrollarse un sistema de certificación creíble y sólido que garantice que los procesos de producción de biocombustibles son sostenibles.
- Deben formularse criterios de sostenibilidad para la biomasa utilizada en la producción de biocombustibles.
- El uso de biomasa para la producción de combustibles no debe poner en peligro la capacidad de los países para disponer de un suministro de alimentos seguro, ni debe dificultar la protección de los bosques, la prevención de la degradación del suelo y el mantenimiento de las aguas en buen estado ecológico.
- El biocombustible debe proporcionar al menos vez y media la energía empleada en toda su cadena de producción y transporte hasta el punto de consumo. Esto puede parecer una obviedad, pero se han hecho estudios, por ejemplo que se utilizan 1,29 kilocalorías de combustibles fósiles por cada kilocaloría obtenida en forma de etanol (David Pimentel y Tad Patzek).
- Sólo se pueden utilizar para biocombustibles zonas cultivables que no estuvieran siendo empleadas para la producción de alimentos ni para bosques.
- No tiene el menor sentido que para cumplir su cuota de biocombustible algunos países importen materia orgánica desde zonas lejanas, con el consumo de energía que supone un trayecto tan largo. No debe fijarse una cuota igual para todos los países, sino diferentes cuotas en función de las posibilidades de cada país.
- Estas posibilidades pueden ser muy variadas: cultivos de plantas energéticamente eficientes, cultivo o recogida de algas marinas, aprovechamiento del biogás de los basureros o de las depuradoras de agua, aprovechamiento de los residuos forestales (pellets) o de los materiales residuales de los cultivos o ganadería para consumo humano (por ejemplo cáscaras de avellana, de almendra, alpechín de aceituna, purines porcinos, etc.).
Los Gobiernos deberían eliminar las políticas de respaldo a los biocombustibles porque están forzando una escalada de los precios internacionales de los alimentos.
ResponderEliminarLa UE va a imponer un límite al uso del biofuel obtenido de cultivos comerciales por temor a que sean menos beneficiosos para el medio ambiente de lo que se pensó y que compitan con la producción de alimentos.
ResponderEliminarEl plan incluye eliminar la subvención al biocombustible obtenido de estas cosechas a partir de 2020. “La Comisión Europea opina que pasado 2020 los biocombustibles solo deben ser subsidiados si suponen un ahorro considerable de emisiones de gases de efecto invernadero y no se producen de cultivos que sirvan de alimento”, dice el borrador.
El giro radical llega después de que estudios científicos de la UE arrojen dudas sobre los ahorros en emisiones por este tipo de combustibles, y después de que una pobre cosecha en cultivos clave de cereal haya disparado los precios y revivido el temor a carencias de alimentos.
La Unión Europea anunció el 17 de octubre de 2012 un cambio legal para limitar el uso de biocombustibles procedentes de tierras de cultivo y que a partir de 2020 solo serán subvencionables los procedentes de desechos, paja o algas, que no pueden ser sospechosos de encarecer la comida.
ResponderEliminarLourdes Benavides, responsable del estudio, afirma: “No tiene sentido que se produzca en países pobres carburante para nuestros automóviles. Se desvían recursos a la exportación de cereales, azúcar u oleaginosas y además, eso incide en la subida de los precios de los alimentos”.
Connie Hedegaard, comisaria de Acción por el Clima, declaró en una nota: “Para que los biocombustibles contribuyan a combatir el cambio climático, debemos utilizar aquellos realmente sostenibles. Tenemos que invertir en biocarburantes que reduzcan realmente las emisiones y no compitan con la producción de alimentos".