domingo, 21 de julio de 2013

Para que fluya el crédito

La situación relatada por Miquel Nadal, antiguo Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, en el artículo de fondo de El País del 17 de julio de 2013 exige acciones inmediatas: resulta que empresas españolas con beneficios, al corriente con Hacienda y la Seguridad Social, y que pagan rigurosamente a los bancos los intereses de sus créditos, se están quedando sin ellos simplemente porque los bancos han decidido no financiar su sector. 

Esto no puede ser: por ese camino las empresas cierran, el paro aumenta y la economía acaba yéndose al garete. Que una compañía desaparezca porque sus ventas bajan demasiado es un drama, aunque se puede entender. Pero que se hunda una empresa rentable simplemente porque los bancos, sin razones objetivas, se niegan a facilitarle financiación, es intolerable y el Estado debe actuar. Porque, como ya expliqué en Público y privado "Sólo debe encargarse directamente de algún sector cuando se ha demostrado que la iniciativa privada proporciona unos resultados claramente peores". 

Hay varias formas el que el Estado puede hacer llegar la financiación a las empresas: 
  1. Creando un banco público, cuyos directivos, los que deciden a quién se da crédito y cuánto, sean funcionarios. 
  2. Creando una estructura donde múltiples prestamistas decidan directamente a quién prestan, como la descrita en La banca popular, pero orientada a las pymes en vez de a los autónomos.
  3. Creando un sistema de cuotas de obligado cumplimiento para los bancos: por ejemplo, entre el 30 y el 40% del dinero que obtengan en el mercado (pidiéndolo prestado al BCE, de impositores a plazo fijo, de titulizaciones, etc.) deberán prestarlo al Estado (comprando deuda pública); entre el 20 y el 30% deberán prestarlo a empresas; entre el 15 y el 25% a autónomos y entre el 5 y el 15% a familias.
  4. Asumiendo el riesgo de las líneas de crédito ICO.
El ICO explica cómo son estas líneas:

Líneas de Mediación: el ICO diseña y fija las principales características de las diferentes líneas de financiación, a la vez que firma los correspondientes Acuerdos de Colaboración con las Entidades de Crédito para su comercialización a través de sus redes. Estas líneas están dirigidas fundamentalmente a trabajadores autónomos y pequeñas y medianas empresas. El ICO determina las dotaciones de cada línea, la finalidad de los préstamos, los tipos de interés y los plazos de amortización y provee de fondos a las Entidades Financieras. Éstas se encargan del análisis de las operaciones, determinan las garantías a aportar, deciden sobre la concesión de la financiación y asumen el riesgo de éstas.

Financiación directa: se trata de financiación corporativa y estructurada de grandes proyectos de inversión productiva, públicos o privados. Son préstamos diseñados a la medida de las necesidades de la empresa solicitante, con un importe mínimo de 10 millones de euros y largos plazos de amortización. Para la solicitud de estos préstamos las empresas se dirigen directamente al ICO que estudia, concede y asume el riesgo de las operaciones. Esta financiación se concede preferentemente en colaboración con entidades privadas o públicas nacionales, internacionales o multilaterales.  

Pues bien, si las entidades financieras no están dispuestas a asumir el riesgo de prestar a pymes, deberá asumirlo el Estado. Obviamente, quien asume el riesgo, recoge el beneficio. Las entidades financieras actuarían como meros tramitadores. Los requisitos para dar a una pyme una línea de crédito serían objetivos: beneficios los tres últimos ejercicios, al corriente con Hacienda y la Seguridad Social, al corriente en el pago de sus créditos y cifra de crédito solicitado inferior a un 10% de su cifra de negocio del último ejercicio. A las empresas que cumplieran estos requisitos, los créditos se les concederían automáticamente, sin directivos alérgicos al riesgo (ahora) que tuvieran que valorarlo, hasta que se acabara la dotación de cada línea.

Los intereses pagados por las empresas irían directamente al Estado. Se podría obligar a los bancos a ejercer esta función de meros tramitadores, sin retribución alguna, como represalia a su inacción y al incumplimiento de la función social que los justifica, o bien se les podría compensar por los gastos (únicamente informáticos) con, como máximo, medio punto de los intereses. Así las pymes obtendrían financiación alrededor del 5%.

5 comentarios:

  1. Una base importante para la recuperación del crédito reside más allá de nuestras fronteras. Todo avance hacia la unión bancaria en Europa, por ejemplo, ejercería efectos positivos sobre demanda y oferta de crédito en España y en los demás países de la eurozona. Todo progreso hacia la unión fiscal y mutualización de deudas tendría consecuencias inmediatas sobre primas de riesgo y mercados de crédito.

    Por su parte, la continuidad en la actitud expansiva del BCE puede asegurar una reactivación efectiva del crédito, si se restablecen los mecanismos de transmisión de la política monetaria. A la vez, políticas destinadas a estimular el gasto interno en los países de la eurozona con superávit, supondrían un avance para crecimiento económico y, con él, para la revitalización del crédito bancario.

    En el interior del país, una reducción del déficit y estabilización del nivel de deuda pública podrían liberar más recursos financieros para la actividad privada. Reformas estructurales, que potencien el crecimiento español, tendrían también efectos positivos sobre el crédito.

    En cuanto a medidas micro, específicas para el mercado de crédito, el Global Financial Stability Report del FMI señala algunas de las arbitradas en diversos países. Así, se han ensayado medidas como la reestructuración de deudas corporativas o de los hogares, la recapitalización bancaria por parte de organismos públicos, programas de apoyo fiscal al crédito o a la securitización, subvención a tipos de interés, actuaciones tendentes a ampliar los mercados de capitales para incluir en ellos a pymes, etcétera. Reconoce, sin embargo, el FMI que tales medidas han tenido éxito en pocas ocasiones y suponen errores importantes si no se aplican con suficiente prudencia. Y es que el problema no reside en la liquidez, sino en la falta de apoyo oficial para compartir riesgos.

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  2. No es improbable que algunas pymes se enfrenten ahora a unas condiciones de financiación más restrictivas de lo que estaría
    justificado por su solvencia.

    Las principales actuaciones de política económica que cabría acometer para estimular el crédito trascienden el ámbito estricto del mercado de préstamos bancarios. Las medidas más relevantes y eficaces son las encaminadas a reducir el grado de fragmentación financiera en el área del
    euro (como, por ejemplo, avanzar hacia la unión bancaria) y a afianzar la recuperación económica en España. Pero el análisis muestra también que algunas de las fricciones de oferta afectan con especial intensidad a un sector concreto: las pymes. Es necesario, por
    tanto, explorar y acometer medidas específicas:

    1. Proporcionar a las entidades bancarias fondos en condiciones más ventajosas, siempre que dichos fondos se transformen en préstamos a pymes. En España, el instrumento que tiene un mayor protagonismo a este respecto son las líneas de mediación del ICO. A través de estas líneas, el ICO suministra fondos a las entidades a un coste inferior al que
    estas podrían obtener en el mercado, pero condicionados a que los recursos se destinen a un determinado tipo de actividad o de empresas.

    2. Titulizar dichos créditos. La titulización aumenta el grado de liquidez de la operación y reduce (en determinadas circunstancias) su consumo de recursos propios.

    3. Concesión de garantías públicas que cubran, parcialmente al menos, los riesgos implícitos en las operaciones de préstamo a este tipo de empresas. El Estado puede asumir directamente una parte de los riesgos de la operación o, incluso, realizar directamente el préstamo.

    4 Agrupaciones de empresas que, a través de mutualidades o similares, permitan una mejor diversificación de los riesgos de sus asociados y, en consonancia, reduzcan las primas de riesgo de crédito.

    5. La comparación entre la operativa del ICO y la de sus pares francés o alemán sugiere que una línea de acción que podría explorarse es la instrumentación por el primero de operaciones en las que comparta con las entidades de crédito una parte del riesgo del préstamo a las pymes, si bien la experiencia del «Programa ICO-Directo»
    apunta a que esa parte asumida del riesgo no debería ser elevada. Esto reduciría el coste de esas operaciones para la banca y, en la medida en que el ICO cobrara una menor prima por los riesgos asumidos, también para las pymes.

    6. Simplificar el marco actual de apoyos financieros públicos a las pymes, que ahora mismo descansa en una amplia y compleja variedad de instrumentos proporcionados por distintas instituciones interrelacionadas.

    7. Diseñar mecanismos que conduzcan a la producción regular de información fiable, homogénea y fácilmente accesible por todas las entidades bancarias, sobre todos los aspectos relevantes del negocio de las pymes que puedan influir en su capacidad para devolver un préstamo.

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  3. ¿Hay recetas para paliar esta sequía, que no sean parches temporales o parciales? Las hay. Y muchas.

    - Por un lado, catapultar a los inversores institucionales (colocaciones privadas, crowfunding por Internet, titulaciones…)

    - Por otro, el Banco de España propone una recua de medidas en su informe de octubre: reforzar al ICO, simplificar el marco legal del apoyo a las pymes, facilitar mecanismos extrajudiciales de pago, reinventar las sociedades de garantía recíproca, procurar a las pymes mecanismos para ofrecer mejor información de sí mismas...

    - El BCE también podría aportar mucho más (¿con la venia del Bundesbank?), no solo recortando aún más el tipo básico de interés, o con nuevas barras de liquidez adicionales al billón de euros ya dispensado, sino reduciendo el coeficiente de caja, o comprando activos privados, como la Reserva Federal.

    - También se podrían condicionar algunas de esas medidas de apoyo a la banca a que esta aumentase su apoyo a las pymes serias. O sea, un nuevo contrato banca-empresa.

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  4. Para las personas necesitadas de Préstamos es la instalación más importante. Muchas gracias por este post.

    Mejor crédito para pymes

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  5. ING lanzará antes de diciembre de 2015 un proyecto piloto de créditos rápidos a pymes españolas de la mano de Kabbage, una start-up a la que avalan cuatro años de experiencia en este tipo de préstamos en Estados Unidos. Los créditos serán concedidos, en menos de 10 minutos, a través de una aplicación móvil y tendrán un límite de 100.000 euros por empresa.

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